
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió este martes en el Kremlin al enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, para abordar los términos del plan de paz para Ucrania presentado por Estados Unidos.
«Encantado de verle», dijo Putin a Witkoff al comienzo de la reunión que tiene lugar en el Gran Palacio del Kremlin.
En las imágenes ofrecidas por el canal de Telegram del Kremlin se ve al líder ruso sentado en la mesa frente al emisario estadounidense, que llegó a la reunión junto a Jared Kushner, asesor y yerno del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Al contrario que en otras ocasiones, Witkoff llegó a la reunión acompañado de una intérprete, cuya ausencia fue muy criticada en el pasado.
A Putin le acompaña el asesor de política internacional del Kremlin, Yuri Ushakov, y el emisario económico de la Presidencia rusa, Kiril Dmítriev.
Precisamente, la reunión está marcada por el escándalo de la filtración a la prensa de las conversaciones telefónicas entre Witkoff y Ushakov, y también entre este último y Dmítriev.
Entre otras cosas, según la prensa, Witkoff recomendó que Putin llamara a Trump antes de la reunión del segundo con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a mediados de octubre en la Casa Blanca.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, adelantó que el encuentro, el sexto entre Putin y Witkoff en lo que va de año, durará «lo que haga falta».
Witkoff llegó a Moscú tras mantener consultas el domingo con representantes ucranianos y una vídeoconferencia este lunes con Zelenski y el presidente francés, Emmanuel Macron.
Justo antes de la reunión, Putin rechazó las propuestas europeas incluidas en el plan de paz para Ucrania.
«Ellos mismos se abstienen de las negociaciones de paz y, al mismo tiempo, ponen trabas al presidente Trump. No tienen agenda de paz. Están a favor de la guerra», dijo a la prensa local tras intervenir en un foro organizado por el banco VTB.
Denunció que los países europeos, en alusión principalmente a Francia, Alemania y el Reino Unido, incluyen en el susodicho plan exigencias «inadmisibles» para Moscú con el único fin de «bloquear todo el proceso de paz».
«Presentan exigencias que para Rusia son absolutamente inadmisibles. Ellos lo entienden y así culpan a Rusia de rechazar ese proceso de paz. Ese es su objetivo. Lo vemos con claridad», dijo.







