En el mundo financiero es común encontrarse con dos tipos de tarjetas: las de débito y las de crédito. Ambas son herramientas financieras que permiten efectuar pagos y compras en diferentes instituciones y tiendas.
Según la Superintendencia de Bancos (SIB), la tarjeta de crédito es el instrumento magnético, electrónico o de cualquier otra tecnología otorgada por un emisor, que permite al tarjetahabiente utilizar una línea de crédito que funciona como un préstamo reutilizable como medio de pago.
Por otro lado, la tarjeta de débito es un medio de pago que los bancos entregan al abrir una cuenta, ya sea de ahorro o monetaria, donde el cuentahabiente realiza depósitos de dinero para utilizarlo posteriormente. El usuario solo puede gastar el dinero que posee, indicó.

DIFERENCIAS ENTRE TARJETA DE CRÉDITO Y TARJETA DE DÉBITO
Las tarjetas de crédito representan una oportunidad de financiamiento, ya que puede financiar compras por el plazo establecido en el contrato sin intereses ni recargo, mencionó la SIB.
Además, resaltó que el crédito otorgado debe entenderse como una obligación de pago, no como dinero adicional disponible sin consecuencias. Por ello, los clientes deben comprometerse a cancelar el monto consumido en los plazos y condiciones pactadas, ya que de lo contrario se generan intereses, recargos y mora.
Mientras que las tarjetas de débito funcionan como una alternativa al uso del efectivo, permite realizar compras y retiros. La SIB destaca que estas tarjetas, al tratarse de dinero que sí posee el usuario, este puede controlar sus gastos y administrar su dinero sin generar deudas ni intereses.
La principal diferencia entre estas tarjetas es la fuente del dinero, ya que las tarjetas de débito utilizan el dinero propio, las tarjetas de crédito utilizan recursos prestados y también pueden acceder a beneficios adicionales como acumulación de puntos, promociones, extrafinanciamientos.

RECOMENDACIONES PARA UN BUEN USO
La SIB enfatizó que el buen manejo de las tarjetas de débito como de crédito radica en la responsabilidad de los usuarios. En el caso de las tarjetas de crédito, es fundamental que se revise mensualmente el estado de cuenta, verificar las transacciones realizadas y cumplir con pago al contado o pago mínimo antes de la fecha límite para evitar intereses, indicó.
Asimismo, recomendó no compartir las claves de acceso y códigos, requerir comprobantes, y reportar de inmediato cualquier robo, hurto o comportamiento inusual.
Para los usuarios que utilizan tarjetas de débito, la SIB recomienda conocer las comisiones por el uso de la tarjeta, por realizar retiros con la tarjeta, identificar los cajeros en lo que puede hacer retiros, revisar el estado de cuenta. De igual manera, recomienda llevar un registro de los retiros y consumos para controlar el presupuesto personal.
El comprender las diferencias entre las dos herramientas financieras, permite que los tarjetahabientes puedan elegir la opción más adecuada de acuerdo a sus compras y contexto. La clave, según la SIB es tomar decisiones informadas para evitar riesgos y fortalecer la salud financiera.








