El rubro más alto en cuanto a ingresos del presupuesto general para 2026 es el de los ingresos corrientes, que comprende la recaudación de impuestos, tasas, multas, venta de bienes, rentas y contribuciones, lo cual representa el 77% del monto del total de ingresos proyectados por Q163 mil 469 millones 328 mil 657.
Solo en impuestos, donde destacan el impuesto sobre la renta (ISR), por aranceles sobre importaciones e Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Estado recibirá ingresos de Q119 mil 762 millones 800 mil.
Mientras que con los ingresos no tributarios se espera recibir Q1 mil 864 millones 796 mil 204; en cuanto a las contribuciones como los aportes para Previsión Social —financiamiento para enfermedad, invalidez, vejez y desempleo— se espera alcanzar un monto de Q3 mil 878 millones 301 mil.
¿De dónde sale el dinero para financiar el presupuesto general de Guatemala para 2026?
IMPUESTOS COMO SUSTENTO ES MEJOR QUE PRÉSTAMOS
De acuerdo con el analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), Hugo Maul, pese a que este monto es sustentado por los impuestos, o «el bolsillo de la ciudadnía», este dependerá de los diferentes sectores que pagan las cuotas tributarias.
«El 77 por ciento es lo que me están cobrando hoy, todo lo que haga falta para financiar en la totalidad de gastos me lo van a sacar en el futuro (…) los impuestos que estamos pagando hoy, aunque ese dinero no se gastó hoy, sino se gastó ayer (…) en este caso ese 23 por ciento faltante, son impuestos que saldrán mañana de nuestra bolsa cuando haya que pagar esa deuda», apuntó Maul.
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No obstante, pese a que el pago de impuestos —para el guatemalteco— no presenta un beneficio a corto plazo, el analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), aclara que esta es la mejor forma de sustentar el presupuesto de la nación.
Este explica que la contribución tributaria de la ciudadanía es fundamental, siendo la forma «más sana» de sustentar un Estado, pese a que existen otras soluciones, como préstamos, los cuales se convertirán en impuestos en el futuro.
«Es lo mejor que se puede hacer. Cualquier estándar internacional es que tiene que financiarse con impuestos. Y el debate sobre la calidad de la política fiscal no está del lado de la pertinencia de las fuentes de financiamiento (…) Creo que está del lado de la efectividad del gasto», afirma.









