
María Florinda Ríos Pérez, la guatemalteca que trabajaba en Estados Unidos y a quien un hombre le disparó al suponer que intentaba entrar a su casa en el estado de Indiana, es enterrada en Cabricán, Quetzaltenango, la tierra donde ella creció.
La familia acompaña al cuerpo de Ríos Pérez para un último adiós este martes 25 de noviembre, antes de ser llevada al Cementerio de Xacana Chiquito, en el municipio de Cabricán.
Han sido horas desde que se llevó a cabo el velorio de la quetzalteca la noche del pasado lunes, luego de haber esperado su llegada desde hacía días, un dolor que ha llenado al pueblo entero.
Vecinos, familiares y también autoridades se hicieron presentes para despedir a una hermana, pero también a alguien que podría ser muchos de los guatemaltecos que día con día migran al norte por mejores oportunidades.
Ríos Pérez vivía en EE. UU. con su esposo, y era madre de cuatro hijos, familia que deja y que extraña su partida desde el pasado 5 de noviembre.
El alcalde de Cabricán, Eleázar Esaú López, quien aparece en un video del medio local El Informativo, fue uno de los que atendieron el pésame de la familia. Un hecho que él lamentó y repudió por la forma en la que se dio.
«Cuando mandamos a un familiar a Estados Unidos quisiéramos que viniera con bien, con vida, con salud, con otro futuro, lamentablemente es una víctima más de la estadística de la violencia», dijo el jefe edil durante el velorio.
Este hecho no fue premeditado, según las autoridades norteamericanas, quienes indicaron que el acusado habría actuado bajo la Ley de Defensa Propia al creer que alguien intentaba entrar a su domicilio.
Fue un accidente, Ríos y su esposo formaban parte de un equipo de limpieza de hogares y el día en que ocurrieron los hechos se habrían equivocado de casa para limpiar, por lo que Curt Andersen disparó detrás de la puerta creyendo que era un ataque en su contra, aunque no sabría que entonces asesinaría a una guatemalteca cuyo cuerpo es enterrado este martes.







