Capturas de migrantes
En el año fiscal 2025, EE.UU., reporta una menor cantidad de migrantes detenidos en la Frontera Sur. Foto La Hora

El número de guatemaltecos que emprendió el viaje a Estados Unidos (EE. UU.) descendió drásticamente, al finalizar el año fiscal en aquel país, de acuerdo con las estadísticas que publicó recientemente la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).

Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca se implementó una campaña para mermar la migración, que ha surtido efecto. Esta ha sido acompañada por operativos a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), con redadas y detenciones que han sido ampliamente difundidas en redes sociales.

La campaña incluyó la visita de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, a la cárcel de máxima seguridad Cecot, de El Salvador, para advertir de que los migrantes que intenten ingresar sin autorización a EE. UU. podrían terminar en una prisión como esa.

Como resultado de estas medidas, el número de detenciones de migrantes en la frontera sur se desplomó un 79 por ciento (%) y pasó de 2 millones 135 mil, en el año fiscal 2024, a 443 mil 671 en el 2025.

Las cifras ya habían comenzado a disminuir desde los últimos dos meses calendario del año pasado, pero reflejaron su mayor baja en junio de 2025 cuando la Patrulla Fronteriza apenas registró 9 mil 300 encuentros con migrantes indocumentados.

La merma de la migración también se ha notado en Guatemala, país que en los años de mayor desplazamiento al norte reportó la detención de más de 230 mil connacionales en la frontera sur. Se calcula que hasta mediados de este año alrededor de 3 millones 619 mil guatemaltecos residen en EE. UU. Esto equivale al 20% del total de la población del país, según las proyecciones del Censo para 2025.

En los 12 meses del año fiscal 2025, la Patrulla Fronteriza reportó 36 mil 113 encuentros con guatemaltecos, un 78% menos que los 168 mil del año anterior y un 82% menos que los casi 200 mil encuentros que hubo en 2023, el año que se registró el pico de encuentros.

operativo CBP
Un operativo en el que se descubre a un grupo de personas que ingresaron a EE. UU. sin autorización, en un terreno inhóspito. Foto: Patrulla Fronteriza Big Bend.

Del total de aprehensiones, al menos 7 mil 699 eran menores de edad no acompañados y 9 mil 323 eran personas que llegaron en unidades familiares.

Cabe mencionar que, a pesar de la disminución de la migración, Guatemala se mantiene como el tercer país en el que más ciudadanos buscan un mejor futuro en EE. UU., detrás de México (177 mil) y Venezuela (64 mil). En Centroamérica, sí encabeza la lista, le sigue Honduras, El Salvador y Nicaragua.

¿QUÉ HA PASADO?

A criterio de analistas y personas involucradas en la defensa de los derechos de los migrantes, las acciones emprendidas por el Gobierno de EE. UU. han impactado en las comunidades tradicionalmente expulsoras de migrantes.

Las noticias de redadas, detenciones y deportaciones se esparcen rápidamente y están haciendo que las personas piensen dos veces si migrar en estos momentos es lo más adecuado, comentó Juan José Hurtado, miembro de la organización civil Pop Noj, que se dedica a la defensa de los derechos de las personas en movilidad humana, en Huehuetenango.

«Se ha creado un clima de terror en EE. UU. Esto impacta», aseveró Hurtado. Dijo que en EE. UU. ha escuchado testimonios de personas que, a pesar de que cuentan con un estatus migratorio regular, siente temor porque las autoridades policiales los han detenido y cuestionado sobre su situación migratoria.

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Otros piensan «para qué me voy a ir si me van a deportar», agrega el activista, quien dijo que el endurecimiento de las políticas migratorias también ha impactado en el precio que ofrecen los coyotes. En ese sentido, enfatizó en que a pesar de que la migración ha disminuido, no se ha terminado y a quienes continúan migrando de forma irregular se topan ahora con tarifas que pueden llegar hasta los Q180 mil.

Por su parte, Jahir Dabroy, analista de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (ASIES), aseveró que «el discurso de Trump ha pegado bastante en las comunidades de origen».

«Si uno conversa con personas de áreas del norte de Quiché, de Huehuetenango o del Corredor Seco, donde había bastantes personas —que migraban— comienzan a dar un argumento de que ya no les parece tan atractivo hacerlo porque ponen en riesgo el escaso capital que puedan tener, al contraer deudas», explicó el analista.

Añadió que los potenciales migrantes también ponen sobre la balanza el hecho de que es posible que su travesía termine en una detención, si no es en el trayecto por territorio mexicano, al intentar cruzar la frontera sur.

Otro de los factores que, a juicio de Dabroy, desmotivan la migración es «el discurso de xenofobia de la administración Trump» la cual hace que el migrante se sienta denigrado como persona. Entonces, radicar en aquel país deja de ser tan atractivo, sobre todo para los menores de 25 años debido a que «sienten que no hay un proyecto de vida para ellos en EE. UU.»

operativo
La Patrulla Fronteriza efectúa operativos junto con elementos del Departamento de la Defensa, para reforzar los controles migratorios. Foto: Patrulla Fronteriza Big Bend.

Un estudio de la Fundación Libertad y Desarrollo divulgado en septiembre pasado revela que la intención «muy probable de migrar» entre los guatemaltecos disminuyó seis puntos porcentuales, de enero a septiembre de 2025, y pasó de 30% a 24%.

Entre las personas que respondieron que se irían de Guatemala si tuvieran recursos, los que tienen educación superior fueron quienes más respondieron afirmativamente, un 42%.

El mismo estudio detalla que la intención de migrar hacia EE. UU. decayó, al comparar 2024 y 2025, entre quienes respondieron que es «muy probable» y «algo probable» hacerlo.

Mientras que el año pasado, en promedio, el 76% respondió que su destino al salir del país sería EE. UU., en la encuesta presentada en septiembre pasado este porcentaje cayó al 56%, mientras que creció el del grupo que respondió que su destino sería Canadá o España.

¿QUÉ PUEDE PASAR?

Al ser consultado sobre qué tan sostenible puede ser la disminución de la migración, si se toma en cuenta que las oportunidades de desarrollo económico en el país no han variado considerablemente, Hurtado no descartó que pueda haber un efecto búmeran y que los números aumenten en el corto o mediano plazo, dependiendo de los escenarios políticos que se desarrollen en EE. UU.

«Algunos, incluso, están a la expectativa de qué va a ocurrir en las elecciones de medio término que son en noviembre del año entrante. Otros dicen, ‘cuando cambie el gobierno o si ganan los demócratas, nos vamos otra vez'», detalló el entrevistado.

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Remarcó que la intención de migrar no ha variado, lo que está pasando ahora es que quienes quieren hacerlo están pensando cómo hacerlo y en qué momento. «Podría venirse con más fuerza —la migración— porque los países siguen sin ofrecer condiciones a la gente. La gente no se va por su gusto, tiene que haber un elemento de desesperación que los lleve a pensar ‘no hay de otra… me voy'», explicó Hurtado.

Dabroy considera que la coyuntura migratoria puede ser una oportunidad para que se fortalezcan los programas que ofrecen migrar de manera regular, no solo para EE. UU., sino a Europa, continente cuya población cada vez es más vieja y más temprano que tarde, necesitará de la mano de obra extranjera. Probablemente, ya la esté necesitando.

«El mercado —laboral— estadounidense es muy grande, necesita trabajadores, en el sector de servicios, construcción y agrícola. A pesar de que hay mucha gente que quiere empleo —estadounidenses— no están dispuestos a hacer ciertos trabajos como los que hacen los latinos», dijo.

El analista cree que la coyuntura migratoria apunta a un cambio en la modalidad de la migración; sin embargo, duda de si las autoridades guatemaltecas están preparadas para convertirse en el intermediario que se requiere entre comunidades y empleadores en otros países.

Los programas de visas temporales de trabajo demandan una alta capacidad organizativa, eficiente comunicación con las comunidades, así como un despliegue consular que garantice las condiciones laborales de los trabajadores migrantes, algo que «en Centroamérica, en este momento, no se tiene», detalló.

retornados
Más de 40 mil guatemaltecos han sido deportados en lo que va del año. Foto La Hora: IGM

Guatemala, por ejemplo, «tiene una limitación estructural para hacer ese trabajo y las agencias que pueden hacerlo también son relativamente pequeñas, mientras el mercado en EE. UU. es muy grande y también el deseo de migrar», agregó Dabroy.

«Yo estaría muy preocupado en destinar presupuesto para esos dos ministerios —Relaciones Exteriores y Trabajo— para cumplir con el fortalecimiento institucional», remarcó el analista. «Pero nuestras autoridades no le dan la importancia a este tipo de cuestiones».

DESCARTA CRISIS

En una entrevista publicada el pasado 19 de septiembre, la vicepresidenta Karin Herrera descartó que la disminución de la migración impacte el envío de remesas en el corto plazo, y que por ello se desate una crisis. Resaltó que para 2026, la expectativa es que ingresen al país US$24 mil millones en remesas familiares.

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Herrera, quien preside la Autoridad Migratoria Nacional, aseguró que desde el gobierno se promueven políticas de diversificación económica «para reducir la dependencia estructural de estos flujos».

Asimismo, enumeró una serie de iniciativas con las cuales el Gobierno piensa hacer a Guatemala un país más atractivo a los inversionistas. Entre estas, la ampliación y construcción de carreteras —aunque no especificó cuáles— para mejorar el tiempo y costos del transporte y logística, la ampliación del Puerto Quetzal, a raíz de un acuerdo con el Cuerpo de Ingenieros de EE. UU. y la reconstrucción de la red ferroviaria nacional.

 

Sergio Morales
Periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación. Temas políticos, comunitarios, datos, gestión pública y migración.
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