No fue sino hasta el día de ayer, martes 21 de octubre, que se dignó a aparecer el presidente Arévalo en una actividad en la cual los periodistas tienen oportunidad de cuestionarlo. Esconderse durante más de una semana, de forma idéntica a como lo hacían los expresidentes Giammattei y Morales cuando tuvieron crisis en sus respectivos gobiernos, denota no sólo falta de liderazgo de quien gobierna, también la arrogancia de quien cree que no debe rendir cuentas a los guatemaltecos.
Se dice que la fuga de los reos de Fraijanes II fue un plan orquestado para desestabilizar al gobierno y aprovechar para defenestrar al presidente. Narrativas exactamente iguales utilizaron los expresidentes Giammattei y Morales al tener enfrente crisis de gobernabilidad que ellos mismos crearon.
No cabe duda de que el presidente Arévalo ha decidido seguir el mismo guion de los gobiernos anteriores para evitar crisis de gobernabilidad. Quizás pueda salir airoso del aprieto en que se encuentra en este momento el gobierno, como sucedió con sus antecesores, pero nos da la certeza del tipo de presidente que tenemos, y que no dista mucho de los dos previos. Con eso basta y sobra para saber dónde estamos parados con Arévalo.
Entre los temas que el presidente tocó ayer en La Ronda, intentó disertar sobre lo cerca que se encuentra el país de ingresar a la categoría de grado de inversión de Fitch Ratings, tratando de hacerlo ver como un logro de su gobierno. No sólo el mandatario fue incapaz de explicar con sus propias palabras qué significa que un país tenga grado de inversión, sino que también lo hizo ver como que el hecho en sí mismo va a atraer inversión extranjera directa al país. El presidente evidenció su desconocimiento en economía, tal cual lo hicieron en su momento Giammattei y Morales. Algún asesor debería instruir al presidente para que no se aventure a hablar de economía, porque es obvio que queda fuera de su profundidad.
Aclarando sobre lo anterior, la calificadora Fitch Ratings evalúa los siguientes factores para emitir su calificación: crecimiento económico. Crecimiento estable del PIB, solidez externa, inflación, finanzas públicas y gobernanza. Existe claridad que el crecimiento económico es impulsado por la demanda interna, principalmente por las remesas, y en menor grado por el crédito privado y el gasto público. La solidez externa se da principalmente por el flujo de remesas que provoca un superávit en la cuenta corriente. La inflación ha sido moderada y estable. En las finanzas públicas el déficit fiscal es moderado. La gobernanza, lamentablemente, se ha visto deteriorada por distintas acciones de los actores políticos que van en detrimento del Estado de Derecho. Fitch también califica la banca del país, en este caso a los 5 principales bancos del país. Es obvio que el principal factor para obtener una calificación de este tipo son las remesas familiares por su materialidad en la economía del país, así como en la estabilización de la cuenta corriente.