Madrid
DPA
«Así no vamos a ninguna parte». Dos meses después de asegurar que el equipo mejoraría con toda seguridad, la frase del francés Zinedine Zidane cayó ayer como una losa en un Real Madrid que en cuestión de 70 días pasó de la ilusión al pesimismo.
Zidane fue presentado el 4 de enero como nuevo entrenador del equipo blanco en sustitución de Rafael Benítez, a quien el sueño de entrenar al Real Madrid apenas le duró siete meses. El presidente del club, Florentino Pérez, se encomendó a una leyenda para intentar enderezar el rumbo de una nave que hoy continúa a la deriva.
Así se constató ayer, cuando pese a ganar 2-1 con un tanto en el último suspiro, el Real Madrid fue dominado en el campo del modesto Las Palmas, que mereció mucho más.
La segunda parte del equipo blanco fue muy mala y Zidane así lo reconoció: «Si queremos esperar algo tenemos que jugar mejor. Así no vamos a ninguna parte. Jugando como en la segunda parte, no».
Zidane tomó en enero el mando de un equipo eliminado de la Copa del Rey por alineación indebida y, en consecuencia, con un calendario liberado para trabajar. Un solo partido a la semana le permitía afrontar una especie de «pretemporada», con trabajo físico y táctico.
Pero la realidad es que el paso de los días no se tradujo en progresos evidentes y ahora mismo el equipo está muy lejos de lo que quieren sus aficionados. De hecho, es llamativo que el jugador que más destaca la prensa desde el comienzo de temporada sea el arquero Keylor Navas.
«La actuación del portero fue lo más noticiable de un partido mediocre», opinó hoy «Marca» del partido ante Las Palmas. «El Madrid fue Keylor y diez más», suscribió el diario «As».
Con el equipo en regresión, Zidane incluyó en el once titular del domingo a Carlos Casemiro y Lucas Vázquez, dos jugadores muy utilizados por Benítez y rechazados por el francés en sus primeras semanas como entrenador blanco.
La exigencia de los próximos partidos alimenta el pesimismo blanco. Las dos próximas jornadas de la Liga española serán ante Sevilla y Barcelona, citas en las que tendrá poco que ganar y mucho que perder. Y tras el encuentro en el Camp Nou, el 2 de abril, el Real Madrid iniciará su eliminatoria de cuartos.
«A la espera de la Champions, que ya veremos qué trae, sus jugadores van desconectando. Unos más que otros, pero con que la mitad se desinterese el equipo se esfuma. Y además, es contagioso», explicó «As».
La temporada puede hacerse muy larga para los blancos, que se quedaron con un único objetivo mientras se ven obligados a soportar la «penitencia» de las nueve jornadas de la Liga española que quedan. Se lo juega todo a la peligrosa bala de la Liga de Campeones.