Washington
DPA
Los precandidatos republicanos rebajaron el tono en el debate celebrado ayer en Miami, el último antes de la próxima gran cita de las primarias del próximo martes, cuando cinco estados votarán para elegir candidatos a las elecciones presidenciales de noviembre.
En el duodécimo debate republicano de la precampaña se abordaron cuestiones como el comercio, la educación o la política exterior, pero el protagonista fue el ambiente cordial entre los cuatro precandidatos que aún están en la carrera por la nominación.
No hubo insultos personales ni broncas y flotó un ambiente de unidad que últimamente parecía ausente en el seno del Partido Republicano.
El favorito por ahora, el magnate Donald Trump, ya había prometido previamente que emplearía un tono «más suave». Y efectivamente, durante el encuentro de dos horas televisado por la CNN no hubo gritos ni interrupciones acaloradas y al final los cuatro contendientes se estrecharon las manos.
«Muy elegante, muy sustancial. Necesitábamos este tipo de debate. Necesitábamos este tipo de tono. Creo que fue una noche muy elegante y que todo el mundo hizo un muy buen trabajo», afirmó Trump, quien además llamó a la unidad al asegurar que todos están «en el mismo barco».
La semana pasada, los excandidatos presidenciales Mitt Romney y John MacCain pidieron a los votantes que no apoyasen a Trump, que ha tensado la situación en el partido con su populismo y promesas como construir un muro en la frontera con México, prohibir temporalmente la entrada de musulmanes en Estados Unidos o revocar el acuerdo con Irán.
En las primarias del próximo martes hay mucho en juego, ya que se elegirá a 350 delegados republicanos en los estados de Florida, Ohio, Illinois, Missouri y Carolina del Norte.
Ted Cruz, segundo favorito por detrás de Trump, aprovechó el debate para apelar a las bases republicanas. Tras los buenos resultados que logró en las primarias de la semana pasada, ahora confía en poder convencer a los votantes republicanos.
Los otros dos candidatos, el senador de Florida Marco Rubio y el gobernador de Ohio John Kasich, tendrán que luchar por su supervivencia en la carrera en la cita del martes. Ambos confían en ganar en sus respectivos estados, lo que además les permitiría hacerse con todos los delegados de los mismos. Si no consiguen esa victoria, se espera que se retiren de la disputa por la nominación.
En cuanto a los temas que se abordaron el debate, los precandidatos discreparon en cuanto a política comercial y Trump reiteró sus quejas sobre los acuerdos comerciales. «Están desapareciendo los empleos en este país, especialmente los buenos empleos (…) Los acuerdos comerciales están matando a nuestro país», afirmó.
Trump criticó además a los fabricantes chinos que «echan» todo lo que tienen en Estados Unidos pero no permiten que las empresas estadounideneses se establezcan en China sin pagar una «tremenda» tasa.
Cruz contraatacó, argumentando que no se puede culpar a China y que lo que hay que hacer es buscar soluciones. También advirtió sobre la amenaza de Trump de aumentar los impuestos a los productos procedentes de los países «que no se comportan». Según el senador de Texas, esa medida dañaría a los consumidores estadoundienses y provocaría que se impusiesen impuestos a productos norteamericanos.
Los candidatos también se enfrentaron respecto a la política exterior y Trump defendió el argumento de que el islam odia a Estados Unidos («Islam hate us», «El islam nos odia»). Preguntado sobre si se refería a los 1 mil 600 millones de musulmanes del mundo, Trump afirmó: «Me refiero a muchos de ellos».
Aspirantes republicanos rebajan retórica, no sus diferencias
Un sorprendentemente contenido Donald Trump dice a los republicanos que todavía desconfían de su campaña que es el momento de unirse detrás de su propuesta.
Ted Cruz y Marco Rubio también bajaron el tono de su retórica en el último debate presidencial tras darse cuenta de que sus ataques directos contra el multimillonario empresario no funcionaron en las urnas.
Los precandidatos se centran ahora en Miami a cuatro días de las importantes primarias estatales del martes.
Trump está trabajando para cerrar el apoyo de su hasta hace días rival en la carrera por la Casa Blanca Ben Carson antes de viajar a St. Louis y Chicago. John Kasich se centrará en su estado natal, Ohio, donde necesita ganar. Rubio hará de Florida, estado por el que es senador, la sede de su campaña en los próximos días, mientras que Cruz se moverá entre Florida e Illinois.