Autor: Joselyn Sián Choc

Instagram: @joselynsiian

Email: sianjoselyn@gmail.com

Editorial: youngfortransparency@gmail.com

Sobre el Autor: Profesora en Educación Primaria Intercultural

0:00
0:00

El suicidio es un tema complejo; involucra recuerdos y vivencias que al ser evocadas, pueden generar dolor y estigmas, pero también abrir la posibilidad de acompañamiento y prevención. Es un grito desesperado que refleja la necesidad de un cambio, al que no se le ha brindado la importancia que requiere. ¿Cuántos adolescentes, jóvenes y adultos viven esta crisis? ¿Tendrán las herramientas o el acceso que necesitan para poder salvar sus vidas? Cifras del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de 2023, reflejan que fueron diagnosticados 34,178 guatemaltecos con un trastorno mental y de comportamiento, de los cuales el 40% eran menores de 19 años.

Pagar los servicios de un psicólogo o un psiquiatra es un lujo para muchos, aunque algunos especialistas conscientes de esta realidad, han implementado tarifas económicas. A pesar de que esta problemática va en aumento, aún es poco visibilizada, y es levemente abordada con políticas débiles, poca inversión y escasez de profesiones. 

Las personas sí buscan acceder a los servicios de salud mental, aun cuando enfrentan múltiples limitaciones económicas y geográficas. Los centros de atención psiquiátrica gratuita se encuentran fuera de los perímetros de muchos municipios; sin embargo, muchas personas recorren largas distancias con la esperanza de obtener un cupo, ser atendidas y recibir la medicación que sus bolsillos no pueden costear. 

En la era digital, los jóvenes nos encontramos expuestos a un entorno que nos persuade constantemente a seguir tendencias, estándares de belleza, éxito y estilos de vida que, al compararse con nuestra propia realidad, generan inconformidad y frustración. Esta dinámica de comparación permanente no solo afecta la autoestima, también incrementa los niveles de ansiedad y depresión; así es como el funcionamiento de los algoritmos de redes sociales, en lugar de ofrecer espacios de equilibrio emocional, muchas veces refuerzan pensamientos intrusivos y emociones negativas, creando un círculo vicioso difícil de romper para quienes ya enfrentan vulnerabilidades emocionales.

No todo es negativo; las redes sociales también se han convertido en un espacio de acompañamiento y prevención en donde muchas comunidades virtuales realizan campañas de sensibilización y redes de apoyo emocional, visibilizando la importancia de hablar abiertamente sobre la salud mental y rompiendo el estigma que históricamente ha rodeado al suicidio.

Si algún día te viste en la necesidad de reprimir tus emociones, es hora de buscar ayuda, trabajar, crecer y sanar emocionalmente; nunca es tarde, y no estás exagerando, la magnitud del dolor que sientes es válido. Si conoces a alguien que atraviesa una crisis suicida, o si tú mismo la estás viviendo, puedes comunicarte a las siguientes líneas de emergencia:

  • Hospital Roosevelt: 2321-7400 Ext. 2468.
  • Hospital San Juan de Dios: 2321-919.
  • Liga Guatemalteca de Higiene Mental: 2232-6269/2238-3739.
  • Hospital Nacional de Salud Mental “Federico Mora”: 2246-8888.
  • Centro de Atención Integral de Salud Mental -IGSS-: 2445-4431.
  • Cruz Roja: 125/2381-6565.
  • Hospital Inside Health: 4500-5662.
  • Hospital Psiquiatría Santa Clara: 2442-0550.
  • Paso a Paso: 4151-5850/ 7831-0403/4712-3340.
  • Toxicología: 2230-0870

También existen organizaciones y comunidades en línea, como los grupos de Facebook: ¡Aférrate a la vida!, Comunidad contra el suicidio, y Jolu Guatemala, que ofrecen espacios de acompañamiento gratuito. Muchos sobrevivientes han logrado salir adelante, reconstruyendo su vida personal, social y profesional, aprendiendo a validar cada una de sus emociones. Su ejemplo nos recuerda que siempre es posible encontrar apoyo y nuevas oportunidades.

En vísperas de la conmemoración del día de la prevención del suicidio -miércoles 10 de septiembre-, recordemos que prevenir el suicidio es un trabajo colectivo, en el que todos deben aportar un granito de arena, brindando apoyo a quienes lo necesiten. La prevención es el camino: no esperemos a convertirnos en sobrevivientes para valorar la vida, busquemos ayuda a tiempo y abracemos la posibilidad de sanar.  

Jóvenes por la Transparencia

post author
Artículo anteriorPoder, dominio y servicio: Una mirada filosófica para nuestro tiempo
Artículo siguienteLa lealtad política