
El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) exigió este viernes 5 de septiembre la cancelación inmediata de cualquier intento, por parte de Estados Unidos de remilitarizar Puerto Rico, en medio de la creciente militarización en el Caribe. En una resolución presentada ante la legislatura local, el portavoz del PIP afirmó que los ejercicios militares recientes “demandan que la Asamblea Legislativa exija la cancelación de cualquier plan dirigido a remilitarizar a la isla en favor de intereses ajenos al nuestro”.
Según EFE, esta exigencia ocurre en paralelo al anuncio de que Washington ha desplegado diez cazas F-35 a una base aérea en Puerto Rico, con el propósito de reforzar sus operaciones antinarcóticos en la región caribeña. La medida forma parte de una estrategia más amplia que incluye una agrupación naval, drones de vigilancia y maniobras militares en la isla.
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El PIP subrayó que, históricamente, las bases militares no contribuyen al desarrollo real de la isla, sino que generan dependencia y profundizan desigualdades. “Puerto Rico necesita inversión productiva en energías renovables, agricultura, ciencia y tecnología, no la falsa ilusión de empleos militares que desaparecen con el tiempo”, declaró una portavoz del colectivo Plan B Independencia, según Prensa Sin Censura.
El trasfondo es una escalada militar en el Caribe, EE.UU. ya mantiene una flotilla de buques, un submarino nuclear, y más de 4.500 efectivos en la región. De acuerdo con El Español, ha enviado drones Reaper a Puerto Rico para misiones de inteligencia y vigilancia, elevando aún más la tensión con Venezuela, país al que acusa de orquestar amenazas narcoterroristas.
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Expertos y líderes independentistas coinciden en que esta estrategia militar representa un retroceso histórico y una imposición colonial.
“Llevamos cerca de una década padeciendo los males causados por la aprobación de Promesa, legislación diseñada a la medida de los intereses ajenos a las puertorriqueñas y puertorriqueños, y en claro perjuicio del bienestar de nuestro pueblo, con la Junta de Control Fiscal como el verdugo que asegura su cumplimiento. Como si esos intereses económicos no fueran suficientes, ahora, en pleno siglo XXI, los intereses militares de Estados Unidos pretenden imponerse, nuevamente, ante la voluntad del pueblo puertorriqueño”, agregó González Costa.
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