Yendo de ciudad Guatemala hacia San Lucas Sacatepéquez aproximadamente en el kilómetro 18.5 de la carretera Interamericana, se encuentra el paso a desnivel que conecta con ciudad San Cristóbal, zona 8 de Mixco, ese sitio desde su construcción hasta ahora ganó el título de paso peligroso apto para provocar accidentes. Me refiero a la intersección construida con cimiento de concreto y con bardas metálicas que separa la vía hacia San Lucas y la entrada a San Cristóbal, misma que a lo largo de su existencia se transformó en un crucero de la muerte, donde en promedio ocurren al mes de dos a tres accidentes automovilísticos exactamente en el mismo sitio, cada vez que pasa, el piloto del auto se encarama en el cimiento, destruye parte de la barda metálica, ocasiona daños a su vehículo y en la mayoría de las veces resultan personas heridas, desconozco si alguna vez se han reportado fallecidas.
Los mejores testigos de esta ocurrencia sistemática de accidentes sucedidos como ya dije en el mismísimo lugar, son agentes, autoridades de la Policía Nacional Civil, elementos de los cuerpos de socorro y bomberos quienes oportunamente han acudido a cubrir las emergencias. También el personal que labora en una estación de gasolina que se localiza justo al frente del paso a desnivel, así como cualquier persona que cotidianamente por diversas causas recorre esa ruta han notado que la mayor parte del tiempo, parte de la barda metálica que mencioné está destruida como resultado del impacto de vehículos que se empotran en el arriate que divide las dos vías.
La sistemática y recurrente coincidencia de accidentes en el mismo lugar resulta inaceptable, toda vez que denota apatía de las autoridades encargadas de esta materia, negligencia de medidas preventivas y soluciones técnicas que contribuyan a evitar daños a la vida e integridad de las personas, a bienes materiales privados y públicos. Entiendo que corresponde al Ministerio de Comunicaciones y la unidad respectiva encargada del mantenimiento de la red vial, atender este tipo de eventualidades y hacer lo necesario para superar o corregir en lo posible las fallas técnicas que pueda tener.
Lo curioso de esta situación es que en ciudad de Guatemala hay otros pasos a desnivel con el mismo diseño del que conecta con ciudad San Cristóbal y en ningún otro se reporta el tipo de fatalidad que se repite con frecuencia en el caso al que me refiero. Exhorto a las autoridades encargadas de atender estos asuntos, a que apliquen medidas correctivas y preventivas dirigidas a reducir o erradicar la posibilidad de que continúen ocurriendo este tipo de accidentes.
Por otra parte, en clave de auditoría social aludo a comentarios frecuentes de ciudadanos y vecinos de la zona 1 del municipio de Mixco en particular residentes en el casco urbano de esa localidad, quienes con justa razón reclaman ausencia de planificación y de ordenamiento urbanístico porque la mayoría de calles y avenidas del centro urbano y colonias aledañas son estrechas, de doble vía y en mal estado, por ejemplo Río Seco, Tierra Blanca, partes de Lo de Coy y otras, carecen de aceras adecuadas para el tránsito libre y seguro de peatones.
Con argumentos legítimos los vecinos aseguran que la escasez de aceras pone en riesgo a personas de todas las edades en especial a niñas, niños y adultos mayores por la imprudencia de pilotos de automóviles o de motociclistas, que no respetan las reglas ni señales de tránsito, tampoco los derechos del peatón lo que aumenta la vulnerabilidad de estas personas.
Esta situación revela el escaso control que tienen las autoridades municipales de Mixco y la nula aplicación del reglamento municipal, que contiene los requisitos de construcción que obliga a cumplir a quienes ejecutan esos trabajos. Se entiende que el fenómeno de la nula o escasa construcción de aceras es un problema añejo que ocurre desde hace muchos años, pero lo notorio es que las actuales autoridades ediles no se preocupan por corregir, la tendencia de las personas es construir sin respetar las medidas estándar que deben tener las aceras y todo indica que los inspectores municipales no cumplen con el deber de exigir respeto a las normas establecidas.
Llamo la atención del Concejo Municipal mizqueño para corregir estas omisiones, hacer cumplir el reglamento de construcción de viviendas, vigilar con responsabilidad el cumplimiento de requisitos normados y que se respeten las medidas de extensión que deben tener las aceras para uso exclusivo y seguro de peatones.
La auditoría social es un legítimo derecho ciudadano, los funcionarios públicos están obligados a cumplir con la ley y velar porque se respete.