Lo que queda en juego. Foto La Hora: Daniel Ramírez.
Lo que queda en juego. Foto La Hora: Daniel Ramírez.
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La entrevista realizada por Grecia Ortiz, Jefa de Redacción de La Hora, al presidente Bernardo Arévalo puede tener muchas aristas importantes pero creemos que al final, cuando se le pregunta a Arévalo sobre el riesgo de que tras su mandato el pueblo se decante por un populista que pacte con las mafias, constituye el punto crucial de la misma pues es realmente el futuro lo que está quedando en juego. El Presidente hizo ver cómo las limitaciones que impone la Constitución y el debido respeto a la independencia de poderes limitan su capacidad de acción para ejecutar el mandato que recibió en las urnas para desmantelar el régimen de corrupción garantizado por la cooptación del Estado.

Uno de los puntos de la entrevista se centró en torno al peso de la Presidencia, el poder que otorga y que operando de manera correcta, puede ayudar a encaminar los rumbos del país.

Pero sobre el futuro el mandatario se mostró tranquilo y dijo que había que confiar en el pueblo, que era un error dudar del comportamiento de los electores, descartando de esa manera que pudiera darse un giro lapidario con un populista que, para disponer de recursos suficientes para hacer su campaña, pacte con los grupos más tenebrosos del crimen organizado. La historia, que Arévalo conoce muy bien, nos muestra que no podemos tener esa confianza absoluta en la “madurez” del electorado.

Cierto es que en el año 2023 hubo un notable giro producto del hartazgo de lo que ocurre en el país (y decimos ocurre porque aún no hemos salido de ese tenebroso poder de las mafias); pero recordemos la historia reciente para ver cuán incautos podemos ser a la hora de elegir. Tras el destape de la corrupción del gobierno de Pérez Molina surgió la figura de un actor que se disfrazaba de payaso de televisión que simplemente dijo que él no era ni corrupto ni ladrón y eso bastó para ser electo como Presidente por un pueblo que, así, dio inicio a una nueva etapa que, sumando el gobierno de Giammattei y Miguelito, deja como novatos a Pérez y la Baldetti.

Los vaivenes del electorado son muy marcados y si ese populista que puede surgir se enfrenta nuevamente al voto duro de Sandra Torres, seguro que en segunda vuelta también termina siendo electo por el rechazo que la ex esposa de Colom despierta en la población más seria que ha demostrado muy claramente estar dispuesta a elegir a cualquiera, menos a ella.

Arévalo remarcó los límites legales para cumplir con su mandato y destacó el peso que tiene la actitud del Ministerio Público para defender a los que se enriquecen con los fondos públicos mal utilizados, dando la sensación que su aporte se limitará a remozar escuelas, crear centros de salud, emprender la modernización de los puertos y aeropuertos, pero sin que pueda hacer algo para depurar el sistema. Por ello insistimos que lo que ahora queda en juego es el futuro que marcará la próxima elección y ya se escuchan voces populistas empezando a encandilar a la gente, tal y como hizo aquel payaso en su momento.

Redacción La Hora

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