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La práctica política constituye un arte, un manejo adecuado de la cuestión política se inscribe entre los dos polos expuestos en el título de la nota; la distensión: es decir la capacidad de bajarle presión a una situación conflictiva o aligerar el peso de la disputa, mientras que en el otro lado se encuentra la confrontación; es decir, reconocer que la única alternativa para seguir adelante implica un costo político elevado, pero que al final, sus resultados permitirán un mejor manejo posterior.

Este juego, este arte, entre situarse en una actitud de reducir la presión o bien encarar la cuestión de frente, son realidades indiscutibles de lo que sucede en Guatemala hoy y que merecen analizarse con cierto detalle, un poco para percibir o interpretar sus resultados.

El famoso caso del Día de la Biblia, una cuestión que en apariencia favorece a las iglesias neopentecostales, pero que al final atrae a la grey católica, pero que en términos de trascendencia política no tiene ningún impacto, son únicamente movimientos que buscan ganar adeptos por la mayoría de diputados ponentes –corruptos en su mejor expresión–, pero que únicamente engaña a incautos que todavía creen que la religión resolverá los problemas políticos del país.

Una ley que en síntesis no deja nada al país. Aunque ciertamente no afecta a la laicidad del Estado en apariencia, si moviliza a los grupos religiosos, el Presidente Bernardo Arévalo ha manifestado públicamente, que no la vetará, lo cual implica que dejará que concluya como ley, mostrando ante los diputados ponentes su actitud de no confrontar y, mi percepción es ésta, de evitar que se genere molestias por parte de los grupos religiosos.

El balance al final, considero que será nulo. Insisto, no deja nada al país, no tiene trascendencia política, pero al no vetarla el Presidente mostrará su espíritu de evitar confrontaciones por cuestiones que francamente, son innecesarias.

El otro caso que se configura dentro del espacio de la confrontación es el de la Ministra de Educación en contra del STEG y del negativo líder sindicar Joviel Acevedo. Acá el Gobierno apostó por la confrontación. El aceptar, otra vez y como lo hicieron los anteriores regímenes Pérez, Morales y Giammattei, hubiera significado una caída aparatosa del actual régimen. La Ministra de Educación mostró su carácter y no permitió el abuso de este sindicato que hoy empieza a mostrar, cada vez más, su desprestigio y seguramente su decadencia.

Acá la confrontación si marcaba un antes y un después. El pulso se extendió en tiempo y en esfuerzo, pero el Gobierno mantuvo su postura y pudo sortear las movilizaciones de los sindicalistas y con ello capitalizó a un enorme grupo de la sociedad que no ve con buenos ojos a Acevedo y su dirigencia, quienes, por cierto, se ubicaron como un grupo privilegiado de sindicalistas que todos los años conseguían mejorar sus ingresos –esos es justo bajo cualquier punto de vista–, pero no en la forma que STEG lo hacía, ni mucho menos cuando existen otros grupos gremiales que no obtenían tales privilegios.

El resultado de la confrontación, en este caso, es positivo. El Gobierno de Arévalo salió ganando de esta tensión y aún más la Ministra de Educación mostró su capacidad de resistir, así como permite constatar que su talante para dirigir esta cartera, es fuerte y positivo.

El otro caso, casi en la misma línea que vale la pena mencionar, es el de la recesión del contrato con Perenco, este es un ejemplo de dignidad contra afrentas y privilegios de grupos que fueron favorecidos por varios regímenes –el de Berger fue el más notorio y entreguista–, pero que hoy la Ministra de Ambiente y el Ministro de Energía y Minas actúan de cara al bienestar de la población. Otro resultado positivo.

Aunque son casos distintos, en los tres estimo que muestran una actitud que suma a los bonos del actual régimen y que abren la esperanza para que se sigan cimentando cambios, a pesar del gran sentimiento de frustración que existe en la mayoría de la población, así como de la fuerte oposición que enfrenta Arévalo dentro del propio Estado como la Corte de Constitucionalidad –con una única excepción–, la Corte Suprema de Justicia –con contadas excepciones–, el Congreso de la República y los pocos partidos que apoyan y el Ministerio Público.

Las élites económicas y el CACIF únicamente observan y callan, pero están atentos a que en cualquier error, lo magnificarán para acabar con la potencialidad de otro régimen que como éste buscan los cambios para el bienestar de la población

Juan José Narciso Chúa

juannarciso55@yahoo.com

Guatemalteco. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones, se graduó en la Escuela de Comercio. Obtuvo su licenciatura en la USAC, en la Facultad de Ciencias Económicas, luego obtuvo su Maestría en Administración Pública INAP-USAC y estudió Economía en la University of New Mexico, EEUU. Ha sido consultor para organismos internacionales como el PNUD, BID, Banco Mundial, IICA, The Nature Conservancy. Colaboró en la fundación de FLACSO Guatemala. Ha prestado servicio público como asesor en el Ministerio de Finanzas Públicas, Secretario Ejecutivo de CONAP, Ministro Consejero en la Embajada de Guatemala en México y Viceministro de Energía. Investigador en la DIGI-USAC, la PDH y el IDIES en la URL. Tiene publicaciones para FLACSO, la CIDH, IPNUSAC y CLACSO. Es columnista de opinión y escritor en la sección cultural del Diario La Hora desde 2010

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