Viajar a Punta Cana para los guatemaltecos se ha convertido en mucho más que una escapada turística: es una experiencia que combina descanso y una conectividad regional, una creciente presencia cultural, pero sobre todo la relación comercial con el Caribe.
Punta Cana es uno de los destinos más cotizados por guatemaltecos que buscan playas paradisíacas, resorts todo incluido y actividades recreativas. Con más de 300 viajeros semanales desde Guatemala, el destino se ha consolidado como una opción accesible gracias a vuelos directos operados por Arajet, Avianca y otras aerolíneas.
La relación comercial entre Guatemala y República Dominicana ha mostrado un crecimiento sostenido, con exportaciones que alcanzaron los US$297.78 millones en 2024. Este intercambio refleja una diversificación importante en la oferta guatemalteca, que abarca desde productos alimenticios hasta bienes industriales y farmacéuticos.
También se exportan bebidas, libros, textiles, productos de madera, artículos de vidrio, y preparaciones alimenticias como aguacates, ejotes, zanahorias baby y los famosos tostones (plátano). Este portafolio exportador no solo responde a la demanda dominicana, sino que también posiciona a Guatemala como proveedor confiable en sectores clave como: Agroindustria, farmacéutica, cosmética y sobre todo la tecnología.
Lo sorprendente de este viaje es que, al llegar al malecón de Santo Domingo, nos encontramos con una gran sorpresa: la Plaza República de Guatemala, que representa más que una acción diplomática. Se trata de un gesto de reconocimiento cultural y de reafirmación de nuestra identidad que vincula a dos pueblos unidos por la historia, el respeto mutuo y la integración regional.
Esta plaza, ubicada en uno de los puntos más transitados de la capital dominicana, es hoy un símbolo de Guatemala en el Caribe y lo hace a uno sentirse orgulloso de su país. La iniciativa se originó el año pasado ante la necesidad de ubicar un espacio digno para la representación guatemalteca, dado que el anterior punto designado no ofrecía condiciones óptimas.
Según cuentan en Santo Domingo, el proyecto surgió durante la gestión de la alcaldesa Carolina Mejía, hija del expresidente Hipólito Mejía, que la reubicó, diseño y ordenó la construcción de la plaza en coincidencia con la conmemoración de la independencia guatemalteca.
Desde sus primeros días, la plaza incorporó la bandera nacional y la escultura del quetzal como emblemas patrios. A partir de enero de 2025 iniciaron las gestiones para integrar un tercer símbolo: la Monja Blanca, Flor Nacional de Guatemala, que finalmente fue colocada el 17 de junio del mismo año. Con ello, se consolidó un espacio que enmarca los tres íconos representativos de Guatemala y que, al mismo tiempo, permite a dominicanos y visitantes internacionales acercarse a nuestra historia y valores.
Llegar a Dominicana y encontrar un espacio cultural donde podemos comprar platillos de la cultura culinaria guatemalteca, es algo muy especial, es como sentirnos en casa. Se estima que más de 780 guatemaltecos residen en República Dominicana, aunque la cifra real podría superar los 1,500.
Asimismo, más de 300 connacionales viajan semanalmente por razones turísticas, principalmente a Punta Cana. Esta dinámica revela el crecimiento del vínculo bilateral no solo a nivel cultural, sino también en términos comerciales y políticos.
La importancia estratégica de esta plaza se amplificará en diciembre de 2025, cuando República Dominicana sea sede de la reunión de la Organización de Estados Americanos, con la participación de jefes de Estado de toda América, incluido el presidente Donald Trump. En ese contexto, la Plaza República de Guatemala se convierte en un punto de encuentro y referencia, donde la identidad nacional se proyecta como símbolo de dignidad y presencia regional.
La consolidación de la Plaza República de Guatemala en Santo Domingo adquiere mayor relevancia en el marco de la X Cumbre de las Américas, que se celebrará en diciembre de 2025 en Punta Cana, República Dominicana. Este encuentro reunirá a jefes de Estado y de Gobierno del hemisferio para abordar temas clave como seguridad ciudadana, sostenibilidad y cooperación regional.
En ese contexto, la presencia guatemalteca en el Caribe no solo se proyecta desde lo simbólico y lo cultural, también lo estratégico ha fortalecido la movilidad regional y el intercambio turístico, comercial y académico. Esta conectividad aérea, sumada al espacio cultural inaugurado en el malecón, posiciona a Guatemala como un actor visible y activo en los procesos de integración continental que la Cumbre busca fortalecer.