Pasado año y medio del gobierno de Semilla, partido hoy en proceso de reconstruirse como Raíces porque las mafias criminales y corruptas lograron inhabilitarlo, debo reconocer que el país es dominado por dichas mafias.
Para que Arévalo dé un paso, tiene que “rogar” por doquier -Congreso, CC, fuerzas armadas y otros “poderosos”- y en no pocas oportunidades “financiar” a insaciables diputados -dejó que se recetaran un inaceptable salario, mientras que él disminuyó el suyo y forzó a la vicepresidenta a imitarlo, y considera aumentar los de los gobernadores, ofendiendo con ello al Pueblo, cada vez más pobre y endeudado. Las mafias, por su lado, siempre encuentran el “juez” y los magistrados en CSJ y CC para salirse con la suya, en tanto lo autorice el CACIF.
Así, no resulta extraño que los días dedicados a personas o causas sean malbaratados, celebrados por delincuentes e inescrupulosos, que se han apoderado de las entidades del Estado y la sociedad. El 1 de diciembre, Día de la Autonomía Universitaria, lo han venido festejando el usurpador y sus secuaces con “chupacoas” a puertas cerradas.
El Día del Maestro y la Maestra, el 25 de junio, lo utilizó el STEG para presionar sus acuerdos secretos con el Mineduc, sin importar el castigo a la niñez y la juventud con meses sin clases. Y ahora, el Día del Juez ha sido usado por el Organismo Judicial, sin honorabilidad alguna, para premiar a jueces y magistrados corrompidos, que han destrozado el derecho y han prostituido la justicia.
Leemos con indignación los nombres de corruptos homenajeados por la CSJ, en tanto que más de veinte operarios del sistema judicial han sido forzados al exilio y otros han guardado injusta prisión.
Ejemplo de justicia prostituida es que un juez se incline por la empresa Pasabién y ordene desalojo en Río Hondo, apañado por el MP y con la PDH de adorno, y se dé paso a una operación violenta contra las comunidades que se oponen a la hidroeléctrica, con el saldo de dos comunitarios y dos policías muertos. Destaco que los dueños de todo el territorio guatemalteco, los Mayas, que jamás vendieron sus tierras a nadie, han venido siendo expulsados de ellas durante más de quinientos años. Primero la invasión española y la colonia; la “Patria del Criollo”, con la Independencia política; la reforma liberal de Justo Rufino Barrios y las expropiaciones a las comunidades indígenas; dádivas de dictadores al imperio, la Compañía Frutera, para sembrar banano y construir sus ferrocarriles y puertos; al derrocar Washington al legítimo gobierno de Árbenz, por realizar una reforma agraria para devolver tierra a los campesinos, la contrarrevolución las arrebató de nuevo; y en el pasado medio siglo el gobierno ha procedido a los desalojos pedidos por azucareros, exportadores de palma africana, narcotraficantes, empresas privadas mineras, de agua y de electrificación.
Gobierno y ciudadanía han de despertar ya; si se esperan a las elecciones para intentar tener Poder Ejecutivo, Congreso y municipalidades probas, seremos triturados, peor en tiempos de Trump. La LUCHA por erradicar a las alimañas, nacionales y extranjeras, es AHORA y sin parar.