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“Ser amable desarma no sólo al desconfiado, sino también al maleducado, porque es el modo de matar la serpiente con su propio veneno.” Giorgio Nardone

La institucionalidad del país se ha convertido en los últimos años, en un espectáculo muchas veces barriobajero de tal intensidad que, aunque es lo que menos queremos como país, porque nos presenta como una república bananera más, situándonos dentro de un atraso social que trasciende a lo económico, no es una broma que demos traspiés en retroceso, porque a diferencia de lo que incluso establece la Constitución, las estadísticas hablan de caídas constantes, sin embargo, hoy es parte del juego político.

Las instituciones del Estado son los mejores ejemplos de estos espectáculos barriobajeros nada edificantes, dentro de los que podemos mencionar la forma en la que la mayoría de los diputados tratan a los demás funcionarios públicos, algo que no es nuevo, pero no por ello aceptable, uno de los sucesos más cuestionables, fue la actitud del diputado que preguntaba a la viceministra  sobre la situación de los comedores sociales, específicamente en Sololá, lo que sucedió tuvo su origen en las formas, el diputado le dijo que le explicara a los habitantes lo que él le preguntó, y ella hizo literalmente lo que él le solicitó, en idioma k’iche el de la población a la que se dirigió la explicación, algo que alteró al diputado dejándolo en situación cuestionable.

Otra actitud, que desnuda el barriobajerismo que se ha instalado en el país es el golpe  de mesa, que esta vez fue de llanta, con la que otro diputado quiso externalizar lo mal que se encuentran las carreteras de nuestro país, de la que no podemos acusar solamente a este gobierno, pero sí que ha sido un poco más de los demás, sin acción inmediata, necesaria en este tipo de gasto, tomando en cuenta que uno de los elementos más importantes del desarrollo en un país es la infraestructura, acá no caminamos a ningún lugar, dejando aparte el asunto del gasto público, la actitud sírquense del diputado es la que queda en la mente de la población, no solamente por el espectáculo innecesario, sino que por la falta total de debate que ya es parte del legislativo.

Es notorio que a nuestros políticos y a muchos funcionarios les falta más política y menos espectáculos circenses, y que a diferencia de otras sociedades, principalmente relacionado al legislativo adolece de debates políticos, sin tomar en cuenta que la ciudadanía se encuentra harta del espectáculo institucionalizado.

Dentro de las funciones del legislativo se encuentra la fiscalización política de los diferentes funcionarios públicos, siempre manteniendo la separación de poderes que rige al Estado Republicano, como reza nuestra Constitución, sin embargo la mayoría de los diputados cuando el ejecutivo es de otro grupo político han utilizado esta función para denigrar a los funcionarios, mientras cuando han sido del mismo grupo prácticamente los han aplaudido aunque la función que lleven a  cabo ha sido algo parecido a lo catastrófico.

El barriobajerismo, como el nombre lo indica es propio de los barrios bajos, lo que es lo mismo falta de educación, algo esencial en las instituciones del Estado a lo interno y externo, sin embargo desafortunadamente a falta de argumentos vemos que nuestros representantes elegidos democráticamente en elecciones libres, actúan despóticamente como lo hemos observado en las diferentes actuaciones cuando se presentan como fiscalizadores en las diferentes instituciones públicas, sin que se justifiquen los espectáculos propios de otros espacios de la población.

No cabe duda de que, urge una reforma del sistema de elección de los diferentes funcionarios del Estado, especialmente lo relacionado con el legislativo por ser quienes van a decidir en representación de la población en general no solamente las normas de aplicación colectiva, también el control de la función pública.

En democracia la representación popular es el retrato de la población, y de ahí, que no se hayan establecido mayores requisitos para ser diputado, pero si debieran existir filtros como lo es la forma de elección, siendo urgente la lista nominal porque deberíamos votar por diputado no por lista, porque por lista entra cualquiera sin que podamos elegir democráticamente.

Necesitamos un Congreso que nos represente democráticamente, y el barriobajerismo, no debe simbolizar una forma del quehacer político.

Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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