Estimables lectores, los guatemaltecos hemos sido testigos de muchísimos problemas que la vida diaria nos presenta, tanto en el ámbito personal como en el político, además de los problemas sociales y económicos que son parte inherente a nuestro devenir histórico. Durante los últimos seis meses fueron, son y serán:
Inicio con el problema magisterial al que no se le encuentra una salida administrativa ni judicial viable, mientras tanto, los alumnos de muchas escuelas siguen literalmente perdiendo el tiempo y los maestros holgando. A la innecesaria reactivación del correo estatal se le augura un futuro desastroso, pues no puede competir con la iniciativa privada aparte que, la tecnología permite tener las comunicaciones rápidas y eficientes y el resultado a posteriori será el de subsidiarla sin que preste un servicio de vital importancia en la entrega de correspondencia, salvo el servicio de encomiendas.
En relación al transporte extraurbano, las mesas técnicas no lograron bajar a quince años la vida útil de dichos automotores y seguirán las peticiones para alargar la vida útil sin tomar en cuenta el riesgo inminente de las personas que abordan dicho transporte. Sigue circulando el falso moralismo en contra del presidente Arévalo y quienes lo impulsan son los sectores desposeídos de una parte de la administración pública desde donde se hicieron millonarios a costa y sufrimiento del pueblo.
El Tribunal Supremo Electoral favoreció un viaje a diputados de la oposición, por lo que la población se pregunta: ¿y no que debe ser imparcial con sus acciones? Las noticias culturales le importan poco a la población la cual como objeto esencial tiene a su supervivencia, ya sea económica o delincuencial con salarios máximos (porque los salarios mínimos se convierten en salarios máximos) que no alcanzan para vivir con dignidad.
La limpieza del río Motagua debe iniciarse con la educación popular de no tirar desechos en los tragantes, cunetas, barrancos, puentes, pozas, ríos y lagos, lo que implica al sector industrial que continúa con su desprecio social vertiendo su basura industrial consistente en colorantes y materia prima procesada de cualquier clase de material.
La Constitución Política de la República de Guatemala cumplió cuarenta años de haber sido promulgada, también cumplió cuarenta años de ser violada de forma indiscriminada por los gobiernos cuyos supuestos dignatarios la transgredieron a cambio de “unos dólares más”. ¿Hasta cuándo habrá una solución relacionada con el Vertedero de la zona tres? ¿A quién creerle, al ministro de Gobernación que dijo no lo sería, o a la funcionaria estadounidense que dijo que si al declarar a Guatemala como un tercer país seguro?
El robo de vehículos sigue en auge, la delincuencia no perdona y como ejemplo se publicó la noticia que una panel de la vicepresidencia fue robada en el parqueo de la SAAS. El índice de desarrollo Humano en Guatemala no decrece, principalmente en el factor de la desnutrición, electrificación y salud. Los elevadores y gradas eléctricas en el aeropuerto no funcionan adecuadamente.
Hace seis meses, una auditoría reveló el mal manejo financiero del Instituto de Previsión Militar por la cantidad de ciento cincuenta y nueve millones de quetzales, ahora piden soporte económico al gobierno por una cantidad millonaria para paliar sus problemas económicos. El Hospital General gastó siete millones de quetzales en alquiler de computadoras, cuando se pudo haber obtenido mayor cantidad de aparatos tecnológicos con esa misma cantidad de dinero. Los taxis piratas siguen asaltando y los motociclistas irresponsables producen muchos más accidentes cada día perdiendo vidas útiles.
El contrato por las vacunas rusas sigue en perfecto secreto y muchas cosas más que abordaré en el próximo artículo. Fuente de todo lo anterior: los periódicos diarios que circulan en Guatemala.