Lic. Douglas Abadía Cárdenas
douglas.abadia@gmail.com

En el ámbito de la Comunidad Internacional el deseo de construir una organización capaz de lograr la armonización y la solución pacífica de las controversias entre los Estados, ha sido un viejo anhelo de la humanidad.

Sin embargo, la preocupación por los derechos humanos fue una de las razones principales para la creación de las Naciones Unidas1.

Las atrocidades y el genocidio de la Segunda Guerra Mundial contribuyeron a un consenso para que la nueva organización debiera trabajar para prevenir tragedias similares en el futuro. En este sentido se creó un marco jurídico para considerar y actuaba sobre quejas referidas a violaciones de los derechos humanos.

Por otro lado, la idea de la unión y solidaridad entre los pueblos del Nuevo Mundo nació al mismo tiempo que la independencia de nuestros países. Fue sin duda Simón Bolívar quien vio con la mayor claridad que el destino de los nuevos Estados que habían surgido a la vida independiente estaba vinculado a la unión que ellos fueran capaces de forjar.

En su célebre Carta de Jamaica del 6 de septiembre de 1815, al hablar del futuro de América, cuando ella conquistara su libertad, dijo que “es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los distintos Estados que hayan de formarse”.

En síntesis, esta era la doctrina americanista de Bolívar. Por supuesto que él se refería a los países hispanoamericanos cuya unión veía como indispensable para preservar su independencia respecto del poder de los Estados Unidos. La doctrina de Bolívar trascendió a tal grado que algunos de sus principios se establecieron en la Carta de la OEA.

Los movimientos integracionistas de Bolívar se denominaron más adelante Sistema Interamericano, es decir el conjunto de principios y reglas que rigen las relaciones entre los países del continente.

La Organización de Estados Americanos (OEA) es una organización regional del hemisferio occidental, establecida por la Carta de la OEA, suscrita en la IX Conferencia Internacional Americana, en Bogotá, Colombia, el 2 de mayo de 1948. La organización tuvo su origen en la Unión Internacional de Repúblicas Americanas de 1890 y en la Oficina Comercial de Repúblicas Americanas, llamada desde 1910 Unión Panamericana.

La ONU como la OEA son organizaciones internacionales que han sido objeto frecuente de críticas justificadas precisamente por su ausencia frente a los grandes temas del mundo y de la región latinoamericana; en el caso de la OEA considero que la Organización no constituye actualmente un foro satisfactorio para la solución de los problemas que afectan colectivamente a las naciones americanas, ni para promover el logro de los objetivos que establece su Carta, ni las aspiraciones de los Estados miembros.

A diferencia de la ONU, la OEA está ausente de la mayor parte de las situaciones y problemas que el continente americano afronta, ausencia que se debe a la insuficiente voluntad política de los gobiernos de los Estados miembros para utilizarla y hacerla operativa.

Tanto la ONU como la OEA están atravesando por una fase de reestructuración y modernización a nivel interno, pues dado el fenómeno de la globalización los problemas como el narcotráfico, pobreza, terrorismo y medio ambiente son problemas que atañen a todo el mundo a nivel general y a nivel particular regional.
1 Página Oficial de Naciones Unidas.

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