La Hora publicó, hace dos días, la información que “La casa F&G Editores anunció para el pasado domingo 6 de julio, la presentación del libro ‘Guatemala: Narcoestado y oligarquía’, del coronel Edgar Rubio Castañeda, sin embargo, se conoció que el Ministerio de la Defensa (Mindef) le pidió que se abstuviera de presentarse, luego de que él pidiera autorización para hacerlo, y el acto fue cancelado”.

Paralelamente, en las redes sociales, encontré un mensaje referente a esta noticia que dice: “El ejército censura, el Presidente calla y los libros se esconden”.

Por su parte, el Presidente de la República declaró al respecto que “los miembros del Ejército no deben participar en actividades a las que se les pueda asignar una connotación política”, agregando que “El mando del Ejército consideró que, de acuerdo con la definición de inconveniencia de la participación de elementos del Ejército en actos que pudieran ser interpretados como políticos, se le pidió que no participara y entonces el oficial no participó”. Pero también afirmó que “el libro sigue a la venta, disponible para todos quienes quieran adquirirlo”.

Quiero aprovechar este hecho para hacer algunas consideraciones desde diferentes perspectivas y reconociendo mi insuficiente información al respecto.

La primera es la decisión del Coronel Rubio Castañeda de escribir y publicar este libro. Este militar se autodefine como un revolucionario. Con ese pensamiento y la ideología que lo sustenta seguramente habría estado participando en la lucha revolucionaria si estuviéramos aún en los tiempos del Conflicto Armado Interno. Recordemos que oficiales honestos, revolucionarios y valientes como Turcios Lima y Yon Sosa, entre otros, fueron líderes de la sublevación guerrillera en los años sesenta. Dejaron al ejército al cual pertenecían y encabezaron la lucha armada en contra de dicha institución y del Estado. Fueron ideológica y éticamente coherentes entre sus ideales y su práctica. Los oficiales del ejército que lideraron el inicio de la lucha armada seguramente no le pidieron permiso al alto mando de su institución para ello.

El Coronel Rubio Castañeda debió haber presentado su libro y Filgua supongo que habría respaldado tal decisión. El evento debió haberse realizado. Recordemos las decenas de periodistas que fueron torturados, asesinados y/o desaparecidos porque no claudicaron en la defensa de su derecho a la libre expresión del pensamiento.

A mi juicio lo que demuestra esa petición que le hizo el alto mando del ejército al Coronel Castañeda es producto de los esfuerzos que están haciendo las redes político-criminales para sembrar divisiones al interior de dicha institución, para desplazar al actual Ministro de la Defensa y, por consiguiente, al alto mando. Hay presiones, inclusive por la vía legal, para lograrlo, las cuales no han fructificado.

Por eso, ahora escogieron una vía política, forzando al alto mando a “defender” al ejército ante un conocido “disidente”, el Coronel Contreras, incluyendo en esta presión a las élites oligárquicas, también denunciadas en su libro. Con esto pretendían obligar al Presidente a desautorizar al Ministro de la Defensa en la petición que le hizo al Coronel Contreras porque ella es atentatoria a la libre expresión del pensamiento y, por consiguiente, obligarlo a su destitución y, así, sacar de la institución a un alto mando que parece ser fiel al rol constitucional del Presidente como el Comandante General del ejército nacional.  Esta maniobra es correspondiente con los persistentes planes golpistas de las redes político criminales.

Afortunadamente, el Presidente no cayó en la provocación.

Por todo lo anterior afirmo que la frase que leí en las redes sociales no es pertinente. El ejército actual no es el ejército contrainsurgente de los tiempos de las dictaduras militares, pero las influencias macabras continúan y deben ser derrotadas para que tengamos un ejército profesional que no se preste a las pretensiones golpistas.

El Presidente no se quedó callado, pero tampoco cayó en la trampa de enfrentarse con el ejército.

Y el libro se sigue vendiendo, ahora como un “best seller”.

Adrian Zapata

zapata.guatemala@gmail.com

Profesor Titular de la USAC, retirado, Abogado y Notario, Maestro en Polìticas Pùblicas y Doctor en Ciencias Sociales. Consultor internacional en temas de tierras y desarrollo rural. Ha publicado libros y artículos relacionados con el desarrollo rural y con el proceso de paz. Fue militante revolucionario y miembro de organizaciones de sociedad civil que promueven la concertación nacional. Es actualmente columnista de el diario La Hora.

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