Durante las últimas dos semanas en las regiones central, norte, sur y occidente de Guatemala, los estragos han sido dramáticos con la crecida y desbordamiento de los ríos, la lluvia incesante, el mal estado de las carreteras de terracería, deslizamientos en carreteras asfaltadas;  lo anterior en el área rural y en las ciudades más importantes de esas regiones que sufren las consecuencias del crecimiento urbano desordenado se han presentado anegamientos de los tragantes, caída de árboles y otros problemas más, incluyendo el más importante, que es la pérdida de vidas humanas.

El invierno o época de lluviosa ya está presente en el territorio nacional y todo parece indicar que será intenso, eso implica que las autoridades respectivas se ocupen de prevenir los desastres habidos y por haber; las intensas lluvias han dejado el siguiente mensaje: hace falta atender el tema pero insisto, prevenir los desastres que conlleva esta temporada.

Las municipalidades rurales y urbanas incluyendo la de ciudad Guatemala, deben asumir con precisión el tema de la protección civil implementando acciones concretas preventivas como la limpieza de tragantes, levantar la basura que la población arroja en las calles de manera irresponsable a la vía pública, así como podar los árboles que representen riesgos para los transeúntes y pilotos de vehículos.

El evitar que se repitan las inundaciones en los pasos a desnivel, calles, avenidas, bulevares y cunetas es prácticamente responsabilidad de todos y es apremiante que haya coordinación interinstitucional para realizar los trabajos que a cada institución les compete. Quienes vivimos de cerca o de lejos las tragedias ocasionadas por la madre naturaleza en diferentes años, presentamos nuestro interés para que no se olvide que estamos en una constante situación de riesgo y es menester que todos estemos preparados para afrontarlas.

Y en otro orden de ideas, es necesario y urgente construir infraestructuras seguras e incluyentes para facilitar el tránsito de vehículos y peatonal por las ciudades, pueblos, aldeas y carreteras del país; Guatemala presenta un grave atraso en materia de movilidad urbana. En las ciudades estamos de hecho, al contrario de lo que estipulan las leyes de tránsito; es decir, que el peatón es ahora la segunda prioridad en la circulación, pues se les asigna más importancia a los vehículos automotores que a la vida humana, incluso cuando las personas se conducen en bicicleta.

El peatón y los pasajeros siempre han sido víctimas de los pilotos del servicio urbano de pasajeros pues en el pasado, dichos automotores fueron conducidos en su mayoría por personas irresponsables; luego surgió el terror de los microbuses abusivos e irrespetuosos de las señales de tránsito; posteriormente, aparecieron los taxis rotativos haciendo paradas por donde se les daba la gana y algunos convirtiéndose en asaltantes de pasajeros.

Actualmente, siempre hay abusos de parte de los pilotos de los transmetros, de los taxistas y en especial de los motoristas quienes exponen su vida en el afán de circular con alta velocidad y pasándose los semáforos en rojo; los pilotos de transporte de carga irrespetando los límites de velocidad en las autopistas y los conductores de vehículos livianos y particulares cruzando en doble fila en las esquinas, provocando accidentes innecesarios.

Reitero, es urgente la presencia de los policías reguladores del tránsito en el país para garantizar la vida de los peatones y la de los conductores; ello evitará más muertes y daños no contemplados en el presupuesto personal.

Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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