DETMOLD, Alemania
Agencia dpa
Tres sobrevivientes del Holocausto declararon hoy sobre los horrores que vivieron en el campo de exterminio de Auschwitz, en la segunda jornada del juicio a un ex sargento de las SS acusado de complicidad en 170 mil asesinatos.
Reinhold Hanning, de 94 años, sentado a pocos metros de los testigos, escuchó impasible los relatos sobre crematorios que echaban llamas por las chimeneas, prisioneros desnudos que marchaban a las cámaras de gas y personas muertas a tiros.
Según los fiscales, Hanning dijo que fue guardia en Auschwitz, pero negó haber participado de ejecuciones.
Justin Sonder, de 90 años y el más joven de los testigos, llegó a Auschwitz a los 17 años y fue asignado como esclavo a la compañía IG Farben.
Dijo que después de tres o cuatro meses lo consideraban un prisionero «viejo» y temía los días de selección, cuando los SS observaban a los prisioneros, obligados a permanecer de pie y desnudos por hasta cuatro horas, para decidir cuáles estaban en condiciones de trabajar y cuáles irían a las cámaras de gas.
«No tengo palabras para describir cómo era, cuando uno sabía que podía morir en una o dos horas, era enfermante, era enloquecedor», dijo con voz temblorosa.
«Sobreviví a 17 selecciones», dijo Sonder, agente de policía retirado de Chemnitz, que perdió a 22 familiares en el Holocausto.
También declararon los sobrevivientes Erna de Vries y Leon Schwarzbaum.
Hanning está acusado de revistar como Unterscharfuehrer (subjefe de pelotón) en Auschwitz de enero de 1943 a junio de 1944, cuando cientos de miles de judíos húngaros fueron transportados en vagones de ganado al campo para morir en las cámaras de gas.
Las audiencias son breves debido a la edad de Hanning y hay un médico presente en todo momento, pero parece hallarse en buen estado, camina sin bastón y escucha atentamente.
Hasta el momento ha dicho una sola palabra. Cuando la jueza Anke Gruber le preguntó al final del primer día cómo se encontraba, él dijo, «bien».