Moscú
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El Papa Francisco y el Patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, han llegado a un acuerdo sobre el texto de la declaración conjunta que emitirán al término de su histórico encuentro previsto para mañana en Cuba, informó hoy en Moscú el arzobispo metropolitano Hilarión.

«Ayer por la noche se hicieron las últimas correcciones», dijo Hilarión, quien admitió, sin embargo, que antes del encuentro en Cuba aún se pueden introducir cambios en el texto. El religioso se abstuvo de facilitar más detalles.

De acuerdo con la iglesia ortodoxa rusa, el Papa y el Patriarca conversarán sobre todo sobre el problema de la persecución de cristianos en algunas partes de Cercano Oriente así como sobre valores cristianos.

Francisco y Kirill tienen previsto reunirse mañana en el aeropuerto internacional de La Habana en lo que será el primer encuentro en la historia entre un jefe de la Iglesia católica romana y un jefe de la Iglesia ortodoxa rusa.

La declaración conjunta debe reflejar el hecho de que el encuentro es un momento anhelado desde hace mucho tiempo, explicó la oficina de relaciones exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa. Agregó que «el sentido principal del encuentro es que dos líderes del cristianismo actúan con una sola voz poderosa en cuestiones que inquietan a toda la humanidad».

Está previsto que el encuentro comience a las 14.14 hora local de Cuba (19:15 GMT) y que dure unas tres horas.

Los caminos de los católicos y los ortodoxos se separaron a partir del Gran Cisma de la Iglesia en el año 1054. El «mundo ortodoxo» está dividido en más de una decena de Iglesias independientes. La más grande es la Iglesia ortodoxa rusa con unos 150 millones de creyentes.

CUBA SE APUNTA UNA VICTORIA DIPLOMÁTICA

Cuando el Papa Francisco y el patriarca de la Iglesia rusa ortodoxa Kirill se vean cara a cara mañana, Cuba se habrá anotado una victoria diplomática sin par: haber conseguido ser la sede del primer encuentro en mil años de los líderes de ambas religiones cristianas y de una posible reconciliación simbólica entre Oriente y Occidente.

La cita abrirá, para la pequeña nación caribeña, un año en el que se espera la visita del presidente estadounidense Barack Obama y el cierre de las negociaciones de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano para dar fin al conflicto armado más largo del continente.

Ambos sucesos más la visita de los líderes religiosos pondrán a la isla en el mapa mediático y, según expertos, también afianzará la imagen de una Cuba más abierta al mundo y un sitio apropiado para adelantar negociaciones.

Los jerarcas religiosos aprovecharán su tránsito por la región para adelantar el histórico encuentro: Francisco aprovechará su viaje a México y Kirill su gira latinoamericana que contempla además de la visita a la pequeña comunidad ortodoxo cubana y a las autoridades locales, un recorrido por Paraguay, Chile y Brasil.


EL PAPA FRANCISCO LLEGA MAÑANA A MÉXICO

Ciudad de México
AP

Después de su reunión histórica con el líder de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, el Papa Francisco emprenderá su viaje a México, tierra de cárteles de las drogas, a una frontera hostil con los migrantes, al encuentro de indígenas pobres y niños enfermos y a un suburbio inseguro y contaminado.

«Quiero estar lo más cerca posible de ustedes, pero de modo especial de todos aquellos que sufren», dijo el primer Papa latinoamericano, de 79 años, que ha impulsado un pontificado volcado a lo que llama las «periferias existenciales».

Su visita a seis ciudades de México, un país de unos 120 millones de habitantes, abarcará desde las verdes montañas de Chiapas en el sur hasta la orilla polvorosa y supervigilada del Río Bravo en el norte, entre el 12 y el 17 de febrero.

«El México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los cárteles, no es el México que quiere nuestra Madre», afirmó el Papa argentino Jorge Mario Bergoglio.

Una «valla de luz» de 19 kilómetros, con gente en la calle iluminando su paso con linternas y teléfonos celulares, acompañará al Papa en su primer recorrido desde el aeropuerto de Ciudad de México hasta la Nunciatura apostólica la tarde-noche de mañana.

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