Factor Méndez Doninelli

He sabido que la primera quincena de marzo, autoridades de la Universidad de San Carlos convocarán a los distintos colectivos para continuar los debates y la construcción de propuestas.

La Plataforma Nacional para la Reforma del Estado PNRE lanzó, desde 2015, la propuesta de convocar a la Asamblea Nacional Constituyente ANC, a partir de entonces la idea se ha venido implantando y ha generado amplios debates en distintos círculos sociales. La PNRE retomará el próximo mes las discusiones. He sabido que la primera quincena de marzo, autoridades de la Universidad de San Carlos, convocarán a los distintos colectivos para continuar los debates y la construcción de propuestas. He insistido que la crisis sistémica del Estado de Guatemala, requiere una reingeniería, ¿reforma o refundación?, hacia dónde se inclinará la balanza, no lo sé, lo cierto es que, esa avalancha imposible de detener la veo venir a corto plazo.

En Guatemala hay varios actores sociales críticos que siguen planteando la necesidad de empujar la propuesta de concretar reformas al Estado, que para algunos deben ser profundas, iniciando con la aprobación y modificaciones de leyes y luego, cambiando sistemas para dar paso al nacimiento de nuevas instituciones, nuevas formas de hacer política y sobretodo de participación ciudadana; esta idea tiene como objetivo la convocatoria e instalación de la ANC, que es el espacio legítimo, representativo y democrático donde debiera surgir la nueva institucionalidad y lo reitero, hasta un nuevo pacto social, es decir, una nueva Carta Magna.

Otros críticos del actual sistema, consideran que toda la energía debe dirigirse a la refundación del Estado, a la construcción de un Estado Plurinacional que responda al carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de la sociedad. Esta propuesta también pasa por la instalación de la ANC.

Y también están los dinosaurios que se resisten a los cambios, sobre todo si estos son profundos. Son los que quieren prolongar la corrupción, impunidad, desigualdad, inequidad, racismo, discriminación. Los que defienden las políticas neoliberales, los que favorecen la explotación minera, construcción de hidroeléctricas, monocultivos. Los que quieren mantener privilegios, seguir evadiendo el pago de impuestos, explotando mano de obra barata. Los responsables de los indicadores negativos que exhibe el país; desnutrición crónica infantil, aumento de pobreza y pobreza extrema, alta deserción escolar, déficit de viviendas y otro montón de dramas humanos.

Ahora, ¡sorpresa! Desde los primeros días del año, hemos visto una inusitada acción de los señores diputados, aprobando e impulsado leyes, como nunca antes mostraron con tanta celeridad y que desde 2015 la movilización ciudadana está exigiendo. En adición, un grupo de diputados “disidentes” de Lider, denominado bancada Pro, propuso la necesidad de convocar a una ANC. Ante semejante pensada de los Pro, mi querida abuelita diría, “nada nuevo bajo el Sol, m’jo.” Resulta que hoy la clase política está alborotada y ocupa su atención para “atender” la demanda de las reformas y “apoyar” la idea de una ANC.

Vale decir que con eso de la auditoría social, la lucha por la transparencia y contra la impunidad, hasta los inquilinos del Congreso tienen sus barbas en remojo, no ignoran que están en el ojo del huracán, saben que la población está atenta a sus actos y pidiendo depuración de la clase política. Por eso ahora están actuando bien, una de las reformas aprobadas fue a la Ley Orgánica del Congreso Nacional. Se espera terminar con el transfuguismo y nepotismo existentes. Ya veremos.

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