El problema: La cantidad de vehículos, tanto automóviles como motocicletas, ha aumentado de manera increíble. Las razones son muchas y tienen todas que ver con la municipalidad respectiva. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a hablar solo de la ciudad capital, o el departamento de Guatemala, pero la realidad es que es un problema a nivel nacional.

Tiene que ver con muchos temas, pero la falta de transporte público es la principal. Lo que no vemos es por qué no hay trasporte público, y por qué las municipalidades no lo resuelven, al contrario, pareciera que contribuyen a que empeore ya que no se toman las medidas correspondientes.  Ahora ya se volvió un tema en donde, si el gobierno central no interviene, no se va a resolver, y, por el contrario, tiende a empeorar.

Aquí los buses rojos que salieron de circulación, nunca fueros sustituidos, y los intentos de resolverlos con el Transmetro y Transurbano se quedaron a medias.  Cambiaron las reglas del juego en relación al subsidio y la pandemia enseñó a la población a movilizarse de otra manera.

¿Qué pasó? La población tuvo que resolver el problema buscando alternativas, y una de ellas fue la de adquirir su propio medio de trasporte, lo que significó un considerable aumento del lote vehicular. La ley de la oferta y la demanda se cumplió y aquí si se aplicaron las reglas del libre mercado. Motocicletas a precio de quemazón, y con amplias facilidades de pago están a la orden y al alcance de la ciudadanía, la que se ve obligada a meterlo dentro de su presupuesto y a endeudarse a cambio de tener como movilizarse.

Los que se aprovechan del tema y que también responden a la ley de la oferta y la demanda, luego salieron con soluciones alternativas. Taxis, moto taxis, tuk tuk, Uber, Uber Moto,  OneDrive, carros compartidos y demás ideas, salieron al mercado, pero la seguridad también es un factor que pesa mucho y entre gastar y correr peligro y sin quedarse con algo a cambio, se cambió por el gastar, pero quedarse con su propio transporte.

Adicionalmente vemos cómo el desorden y la anarquía con la que se maneja el Estado, también contribuyó para que la población optara por la adquisición de un medio propio de locomoción, provocando con esto un enorme tránsito de vehículos que provocan un increíble tráfico ya inmanejable e insoportable.

En el último capítulo de ROBERTO ALEJOS – PODCAST, el Director General de EMETRA Héctor Flores, al ser entrevistado nos da cifras alarmantes y nos habla con mucha calma de lo que está en sus manos, y lo que no está en sus manos realizar, y vemos que poco puede hacer y que el reto es enorme y aunque yo tengo que reconocer su trabajo y el de su equipo, no le entramos a lo que realmente es el problema y que va a continuar.

NO SE VALE que a estas alturas la pandemia siga siendo un pretexto para todo y que no veamos cómo el tráfico es un reflejo de lo mal que se maneja el Estado y el colapso al que vamos por distintas razones.

Que, en lugar de hacer propuestas, sigamos con lo mismo, rellenamos barrancos y con estos aumentamos la cantidad de tierra para invadir. Que no evitemos las invasiones por falta de políticas para proveer vivienda, que siga la inseguridad. Que las carreteras nacionales planificadas nunca se realizaron e incluso se quedaron a medias las pocas que iniciamos.

Nunca se terminó el anillo periférico y nunca se inició el segundo anillo y ni hablar de la construcción del anillo metropolitano o el anillo departamental. No tienen ni idea en estos momentos la cantidad de pasos a desnivel que se quedaron a medias ni la cantidad de obras públicas que nunca se terminaron.

La falta de parqueos públicos y la cantidad de edificios nuevos sin suficiente parqueo, hacen que los vehículos obstruyan el trafico al parquear en las vías de tránsito y así una enorme cantidad de problemas que cada año van en aumento.

YA ES HORA de que, si no se va a poder arreglar los problemas antes descritos, por lo menos hagamos que la ley se cumpla. Porque una cosa es que la población tenga que comprar su medio de trasporte, y otra es que no saque sus cursos para manejar su vehículo y ni siquiera obtengan la licencia correspondiente (más del 50% de las motocicletas son conducidas por alguien que nunca obtuvo licencia).

Hagamos que el reglamento de tránsito se cumpla y mínimo veamos que no viajen más de dos personas por moto, y que usen el casco correspondiente. Que exijamos a las aseguradoras que tengan a disposición de la población el seguro obligatorio, y si no pueden que los bancos del Estado den este servicio.

En serio no puede ser que las protestas incluyan el cierre de las vías de tránsito y la policía no los quite, y que EMETRA no tenga la facultad de hacerlo, entre otras cosas.

La verdad que todo este desorden y esta anarquía es solo un reflejo del desorden, la anarquía y la corrupción con la que hemos manejado todo el Estado y sin planes para iniciar una solución. Vean el capítulo y compartan conmigo esta preocupación.

José Roberto Alejos Cámbara

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