Fernando Mollinedo C.

Ni quince días del ejercicio del poder ejecutivo han pasado y ya son del conocimiento público las denuncias relacionadas con la falta de probidad, idoneidad y ética de algunas personas que fueron nombradas para desempeñar puestos o cargos en la administración pública.

PROBO palabra derivada de probitas – atis del latín y significa honradez. HONRADEZ a su vez, significa: Rectitud de ánimo, integridad en el obrar. (DLE) Diccionario de la Lengua Española, antes DRAE. Lo anterior nos induce a pensar ¿Habrá en Guatemala alguna persona proba para desempeñar puestos o cargos en la administración pública, o todos aquellos quienes fueron nombrados responden a intereses de diversos intereses?

En Guatemala, el sistema político cada cuatro años cambia de administración por el voto popular, en algunos casos por golpe militar o autogolpe “técnico”; lo que implica que cada equipo personal de los nuevos administradores de la res pública, crean, sientan o les digan que son “los mejores pensantes y representantes de los intereses de la población”; que Dios los llamó y los puso en ese lugar, lo cual implica que de a sopapo se convirtieron en todólogos.

Y en la mayoría de casos, principian sus conductas oficiales ordenando actos administrativos utilizando su lógica común, obviando que existe una lógica jurídica que todo lo regla, reglamenta, ordena, dispone o manda, teniendo como consecuencia los reparos legales atingentes. A ello, dicen los ignorantes: “nos quieren desestabilizar, es un complot contra la democracia, son los enemigos de la libertad quienes falsean la realidad, son envidias políticas, es cacería de brujas”, y mil argumentos estúpidos más con los que quieren disfrazar su ineptitud, ignorancia e incapacidad para desempeñar funciones.

Pero… en el aspecto axiológico, los nuevos funcionarios también demuestran que poseen en abundancia carencias tan evidentes que no logran disimular con el uso de ropa cara ni con la conducción de vehículos modernos o la “protección” de grupos armados paramilitares, policiales, particulares o de origen desconocido.

De allí, que la administración pública guatemalteca esté en manos de personas NO IDÓNEAS que pululan, medran y disfrutan del poder cuatrienal sin resultados positivos de sus gestiones para sus empleadores (los ciudadanos). Los actuales escándalos sobre funcionarios recién nombrados con un pasado administrativo y/o personal cuestionado por conductas ilegales e inmorales y faltas de ética, son el caldo de cultivo para que LA SOCIEDAD PROTESTE Y EXIJA la conducción del país en manos probas.

Lo anterior es aplicable a los organismos del Estado, instituciones autónomas, semiautónomas, Secretarías, Fondos, Municipalidades y por supuesto, en lo que les atañe, interese, afecte o quieran arrogarse, a la iniciativa privada e iglesias de cualquiera denominación.

Los gobernantes al ser conscientes del poder que tienen, principian a demostrarlo y se empecinan en que sus órdenes se cumplan, sean éstas correctas, incorrectas, justas o injustas, tienen la imperiosa necesidad -según ellos- de empezar a trascender como lo mejor de lo mejor – y lo que logran es el Váspara.

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