El problema: Hay en el país más de 700 accidentes diarios producto del tránsito, según la propia policía, alrededor de 6 muertos diarios producto de estos accidentes de tránsito. Las emergencias de los hospitales nacionales no se dan abasto, están realmente abarrotadas atendiendo este tipo de accidentes y por supuesto las salas de cuidados intensivos y por lo tanto el personal médico del estado.
La propiedad Emetra tiene estadísticas que muestran que el 50% de quienes manejan una moto no tiene licencia y que más de la mitad del 50% que sí la tiene, la compra y no hace los exámenes respectivos; un porcentaje menor ocurre con los choferes del transporte público, quienes aunque pasan la prueba y tienen autorización unos, los que manejan son otros.
El lote vehicular crece todos los días, se cree que hay más de 7,000,000 (siete millones) de unidades entre vehículos y motocicletas, y todo a raíz de que no hay un verdadero transporte público en Guatemala especialmente en la ciudad capital. En el caso de las áreas rurales lo que hay es tan viejo y tan improvisado que se convierte en un tema de viajar más seguro viajando en motocicletas. No se le exige a los vendedores de motocicletas un control de a quienes se las venden y mucho menos obligarlos a que las vendan con seguro; quienes las venden con seguro es un seguro contra robo, daños a la motocicleta, pero no daños a terceros.
¿Qué pasó? El ministerio de Gobernación anuncia repentinamente la entrada en vigencia en un acuerdo gubernativo que no se había podido poner en práctica desde 1996 en tiempos del presidente Álvaro Arzú, porque desde aquel entonces las aseguradoras dijeron que no tenían ese servicio y que necesitaban tiempo para crearlo, pero especialmente para crearlo a un precio popular exageradamente barato para que la población no viera mermada su economía familiar por comprar el seguro.
El seguro nunca existió y por eso los presidentes posteriores: Portillo, Berger, Colom y Otto Pérez ni intentaron hacerlo, aunque hay que reconocer que Berger trató de entrarle al tema del humo contaminante en los vehículos, un tema en el que también tuvo que dar marcha atrás.
En el último capítulo de ROBERTO ALEJOS PODCAST, Payo López, expresidente y ahora el actual vicepresidente de la Cámara de Corredores de Seguros, nos explica con más detalle cuál es el problema, pero además nos explica cómo desde hace más de 1 año el presidente quiso sacar del camino en el tema de seguros a los corredores.
NO SE VALE que ahora este gobierno intente hacerlo sin haber conocido la historia previa, sin haber tenido ni siquiera un diálogo con los corredores de seguros y con las aseguradoras sobre todo, de la noche a la mañana, sin una campaña de comunicación conveniente y adecuada, pero además sin haber medido las consecuencias de hacer gastar a la población más de la cuenta.
También que no hayan medido las posibilidades de que la oposición como en muchos casos se aproveche, lo cual es lógico y válido, de cualquier tema y de cualquier problema para tomar las calles y hacerlo más problema para el actual gobierno y manejar como manejan las redes sociales para seguir desgastándolos.
YA ES HORA que entendamos al problema de fondo del transporte público, porque si tuviéramos un transporte público medio eficiente o por lo menos con más cobertura, el lote vehicular no fuera tan grande.
Esto sin tomar en cuenta los grandes problemas de seguridad en el mismo escaso transporte público sin mencionarles el mal estado de las carreteras. Cuando hablamos del transporte en la provincia y sin haber resuelto los problemas de controles que tanto Emetra como COVIAL no tienen y lo poco que tienen es ineficiente o insuficiente.
El seguro obligatorio es necesario, pero si bien no lo vende el Estado a través de uno de sus bancos, o a través de un instituto nacional del seguro, lo vendan las actuales aseguradoras, pero a un precio como debe de ser accesible a la población, sin afectar la economía familiar.
La secretaría privada de la Presidencia salvó el tema, salió casi por primera vez públicamente, proponiendo mesas de diálogo calmando a todas las partes, porque sabemos que en el propio gobierno muchos no querían dar marcha atrás. Instaló las mesas para un tiempo bastante largo pero como yo mencioné en el Podcast de esta semana, esperemos que las mesas tengan resultados rápidos y que no sea un tema más como muchos que no fueron idea de este gobierno, pero que salieron y nunca se cumplieron, como la obligación de no viajar más de 2 personas en una moto, usar chaleco con número de placa, casco o la obligación de adquirir una licencia ambiental para cualquier empresa o negocio que tampoco se cumple, o el mandato para que todas las municipalidades tengan plantas de tratamiento de residuos o como recientemente se dio con una clasificación de la basura.
El problema es más largo y profundo, pero lamentablemente como todos y no con este gobierno sino con muchos las medidas que se toman no son estudiadas, sobre todo cuando estamos en una etapa de confundir participación ciudadana con una protesta callejera que pareciera que tiene mucho éxito. Delicado como una buena intención se convierte en un problema y un desgaste.