Minsk,
Agencia dpa
Se trata de la primera tregua acordada por ambas partes desde que el gobierno ucraniano comenzó su «operación antiterrorista» en el este del país, el pasado mes de abril. Una tregua anterior había sido decretada unilateralmente por el gobierno en Kiev.
El acuerdo fue firmado por el ex presidente ucraniano Leonid Kuchma, en representación del gobierno en Kiev, y los líderes rebeldes Igor Plotnitsky y Alexander Zakharchenko, al cabo de dos horas de negociaciones en Minsk, la capital de Bielorrusia. Además de la tregua, ambas partes acordaron un intercambio de prisioneros. En Moscú, el Kremlin saludó el acuerdo de cese del fuego.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ordenó a las tropas que detengan todas las hostilidades y encargó al Ministerio de Relaciones Exteriores vigilar el cumplimiento de la tregua junto con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Los líderes rebeldes dijeron aceptar el papel de monitor de la OSCE.
No obstante, expertos señalan que ante la complicada cadena de mando en ambas partes del conflicto la aplicación de la tregua no será fácil. Pese a la celebración de las negociaciones, en la región en conflicto se produjeron hoy nuevas muertes y heridos.
Un dirigente separatista en Lugansk, citado por agencias de noticias rusas, advirtió que el acuerdo no signifique que los rebeldes abandonen su objetivo de lograr la independencia.
El grupo de contacto para Ucrania está formado por representantes de Ucrania, Rusia y la OSCE. Durante mucho tiempo, la cúpula ucraniana había rechazado negociar con los separatistas, apoyados por Rusia.
