Washington
Agencia dpa
Sadam Hussein la definió como «la madre de todas las batallas». Aquella guerra que supuso el comienzo de su fin. Para el resto del mundo, la liberación militar de Kuwait, que comenzó el 16 de enero de 1991, se convirtió en el primer conflicto bélico narrado en directo y con tal fuerza por televisión, que las huellas de aquella cobertura continúan hasta el día de hoy.
La retórica utilizada durante el conflicto, en el que se habló de «ataques quirúrgicos» con bombas de precisión y misiles teledirigidos, aún resuena hoy. Las imágenes verdosas de los bombardeos nocturnos en directo y los campos de petróleo ardiendo se han quedado en las retinas de los televidentes, aun habiendo pasado 25 años. Irak nunca se recuperó políticamente de aquel conflicto.
LOS MOTIVOS DEL CONFLICTO
Sadam Hussein gobernaba una nación empobrecida y altamente endeudada tras una guerra de ocho años contra Irán. Acusó a Kuwait de explotar yacimientos petrolíferos iraquíes en la frontera y, sobrepasando su cuota, hacer presión sobre el precio del petróleo. A pesar de que Kuwait, un emirato rico en petróleo, nunca perteneció a Irak, país fundado tras la Primera Guerra Mundial, Bagdad reclamó la antigua colonia británica y la invadió.
Con esta maniobra, Irak no sólo obtuvo el petróleo del país vecino, sino que también se encontró con inversiones millonarias del gobierno kuwaití en empresas occidentales. Sadam desoyó todos los ultimátums de occidente e ignoró las resoluciones de la ONU.
COMBATIENTES
Contra el dictador iraquí se posicionó una coalición liderada por Estados Unidos e integrada por diferentes países occidentales y árabes. El presidente George Bush le declaró la guerra a Irak tras la ocupación de Kuwait
LOS MEDIOS
La guerra contra Sadam supuso la consagración de CNN. El canal de televisión, por aquel entonces pequeño, alcanzó fama mundial por la cobertura que hizo del conflicto, a pesar de estar guiada por el Pentágono y sometida a la censura de los militares.
El corresponsal de la cadena Peter Arnett, que se instaló en una azotea diferente a la del resto de corresponsales y evitó con ello sufrir un ataque de misiles, se convirtió en el sello distintivo de una nueva forma no exenta de polémica de hacer periodismo de guerra.
LA OPINIÓN PÚBLICA
Miles de personas se manifestaron en muchos países occidentales contra una guerra que muchos consideraron inútil e impulsada por intereses económicos. Uno de los eslóganes más conocidos en Alemania fue «No queremos sangre por petróleo», presente en las numerosas pancartas mostradas en las marchas silenciosas que atravesaron ciudades del país. En Estados Unidos también se creó una opinión pública contraria al conflicto.
LA COALICIÓN
34 naciones formaron parte de la coalición «anti Sadam» liderada por Estados Unidos. Entre ellas se encontraban Arabia Saudí y Siria, entonces gobernada por el padre de Bashar Al Assad, Hafez Al Assad. Después de Estados Unidos, el mayor número de tropas fueron aportadas por Arabia Saudí y Reino Unido. Casi un millón de soldados fueron destinados al combate. Era la primera vez en la era moderna en la que países árabes se enfrentaban entre sí.
LAS ARMAS
Los sistemas de armamento utilizados por ambos bandos, como los misiles Patriot o los misiles scud, se dieron a conocer al mundo entero gracias a la enorme cobertura realizada por los medios. Irak poseía entonces armas químicas, algo que atemorizaba especialmente a Arabia Saudí e Israel. Saddam disparó misiles scud contra Israel para arrastrarlo a la guerra y expulsar a los países árabes de la coalición, aunque fracasó.
LA MENTIRA
El dicho «Toda guerra comienza con una mentira», se cumple en este caso. Comenzó a correr el rumor en Kuwait de que los soldados iraquíes habían sacado a bebés nacidos prematuramente de las incubadoras de hospitales y los habían asesinado. Una joven enfermera narró entre lágrimas los espantosos acontecimientos ante una comisión del Congreso estadounidense. Después se supo que la joven era la hija del embajador kuwaití en Estados Unidos.
LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
Cuando los aliados abandonaron Irak el 28 de febrero, dejaron tras de sí un país en ruinas que nunca se recuperó de aquel conflicto.
En 2003, una nueva coalición liderada de nuevo por Estados Unidos derrocó a Sadam Husein y destruyó el sistema político. Hoy en día, tanto en el país norteamericano como en Reino Unido, aquella segunda intervención está considerada como un grave error.
Aprovechando el caos generado tras la guerra, los movimientos religiosos radicales comenzaron a ganar fuerza. La milicia radical Estado Islámico encontró terreno abonado para sus acciones en el devastado país. Hoy en día, aviones estadounidenses vuelven a bombardear objetivos en Irak.
En Cifras
Más de 1 millón
De soldados fueron destinados a los combates