Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Dormía y soñé que la vida era belleza; desperté y advertí que ella es deber”
Immanuel Kant

Esta semana es juramentado el nuevo inquilino del Palacio Nacional, por lo que me atrevo nuevamente, a terminar de darle algunos consejos que espero de alguna manera lleguen a sus oídos en tiempo.

Debe tener una hoja de ruta mínima, en la que se establezcan las prioridades de la población, usted conoce algunas de las necesidades, con las otras, que le ayuden, para cada necesidad hay una solución, esas deben ser las prioridades en su hoja de ruta.

Para mejorar las instituciones no es necesario modificar sus leyes orgánicas, hay que hacerlas cumplir, cada una tiene mecanismos para mejorar su funcionamiento, el problema no es de instituciones, es de personas, leí ayer una entrevista al actual Presidente en donde le cuestionan sobre la SAT, y él menciona que hay que reestructurarla, que trabajó con el actual Directorio, que por cierto, ya tiene más de 15 años de encontrarse en funciones, si no pudieron modernizarla constantemente en todos esos años, poco podían hacer en tres meses, es una institución clave, sin embargo, se encuentra centralizada, descuidada y sin manuales de procedimientos acordes a la función que presta, y a las necesidades del usuario, divorciada del mismo, imposible mejorar las metas de recaudación en una institución, cuyo pecado original fue ser la enemiga número uno del contribuyente, el que es su mejor y único usuario, lo mismo debe hacer con el IGSS, CDAG y las demás.

Debe conducirse con la cabeza, no con el corazón, si le han renunciado sus candidatos a ministros porque su rosca les impone a viceministros, y directores, aún está a tiempo de eliminar las malas prácticas que la “Nueva Política” no se debe permitir, aunque es muy subjetivo, a mis alumnos siempre les he dicho que el Presidente Estadista tiene como consejeros a un sociólogo, un médico, un abogado, un psicólogo, un agrónomo, un economista, como mínimo, ¿Por qué? Porque sus ciencias son generales, conocen y viven más la realidad dentro de su área, y le darán los mejores consejos, importante: Que no sean sus amigos, y págueles, lo gratis no siempre es bueno.

Cuídese de los lambiscones, escuche a quien le critique más que a quien le aplauda, muchos le dirán que puede hacer lo que quiera, porque para eso es el Presidente, y no es así, usted debe hacer lo que es su obligación, porque no llega a disfrutar las mieles del poder, eso lo hará cuando ya no esté, y le respeten en la calle, mientras sea Presidente, no puede hacer lo que quiera, sino lo que debe, y no espere aplausos por su actuar, que no le endulcen el oído, sus críticos serán su mejor termómetro, no sus aduladores.

El Gasto Público debe ser su prioridad, pero por su calidad, no por su cantidad, usted mismo debe ver los resultados pero a pie, no en avión o helicóptero, no inaugure nada si no está terminado, mejor si son hospitales en la capital, no han inaugurado uno en los últimos cincuenta años y de las escuelas no se diga.

No reciba regalos, menos ostentosos o caros, recuerde que nadie regala nada a cambio de nada, quien le ofrezca o proporcione algo, más temprano que tarde le pedirá a cambio un favor, que los puede hacer, siempre y cuando sean mínimos, pero nunca la clase de favores que han tenido que pagar sus antecesores, usted mencionó que se ha reunido con todos, esperemos que le hayan informado sobre lo que no debe hacer, y si le recomendaron a alguien, investíguelo primero, probablemente no sea lo que el país necesita.

No se aleje de su esposa e hijos, escúchelos, aunque es joven estos cuatro años se multiplicarán por cinco, y no en sabiduría, serán en desgaste físico, mental y emocional, recuerde la felicidad no la da el poder, la da el deber, su destino y el de nosotros, lo seguirá escribiendo usted, nadie más.

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