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La anterior columna del 25 de febrero de 2025, decíamos: “Estas anécdotas, acudí a la narrativa realista para tratar de situar en el contexto apropiado hechos históricos que contienen relatos de personas y protagonistas y/o de episodios vividos por mi padre y en ocasiones podrán estar escritos en tercera persona, aunque en la narración debe ser en primera persona… “Sigo con algunos relatos con mi papá y esto motivó que ya libre, otro su amigo que estaba en la cárcel, dijo algo así: “al regresar en una ocasión para informar a un compañero universitario, del resultado de gestiones que en su nombre de instancia, lo hizo ante el entonces el Subsecretario de Gobernación (ahora Vice-Gobernación) Gabriel Martínez del Rosal, en tiempo de Castillo Armas”, pero tenemos este paréntesis y este esclarecimiento, Martínez del Rosal, fue un político con formación profesional y transitó en la lucha anticomunista y triunfadores de «La liberación» cuando los anticomunistas llegaron al poder. El libro del autor Rubén López Marroquín, titulado “El último anticomunista Gabriel Martínez del Rosal”, este político dirigente dijo: ”Como diligente constructor, va recopilando en las carreteras de la vida todos aquellos materiales, que a su juicio, contribuirán a desarrollar la obra, que día a día se transforma”.

Mi padre conoció a Martínez del Rosal desde jóvenes. Bonilla Isaacs como joven político tenía ideología y convicciones, su filosofía de vida con sagacidad y un revolucionario de corazón; este subsecretario de Gobernación, tenía pensamiento de derecha radical e intransigente, pero a pesar se respetaban; NO era igual como Mario Sandoval Alarcón del MLN, hizo su vida con la contrainsurgencia y los escuadrones de la muerte, el eslogan de ultraderecha “Partido de Violencia Organizada”. Y seguimos con aquel resentido inspector que acertó a verme, dispusiera por sí y ante sí detenerme de nuevo; afortunadamente la valiosa intervención del entonces el Capitán Ogaldez, Primero Jefe, evitó que se consumara el atropello de la nueva detención arbitraria, pero hube de prometer regresar al día siguiente para el efecto de la ficha de identificación.

Mi padre fue solidario con sus compañeros que estuvieron en la Embajada Argentina y después en la cárcel, como Víctor Manuel Gutiérrez, Carlos Pellecer Durán, Luis Vladimiro Siekavizza Álvarez, Jorge E. Silvia Falla con sus amigos, los hermanos Bernardo Alvarado Monzón y Carlos Alvarado Jerez; Mario Silva Jonama, Julio Estrada de la Hoz, Roberto Girón Lemus, Heriberto Robles Alvarado, los hermanos Waldemar y Hugo Barrios Klee; Oscar Edmundo Palma, Virgilio Zapata Mendía, Alfonso Martínez Estévez, Francisco Fernández Foncea, Carlos García Manzo, Guadalupe Porras, Jaime Díaz Rozzotto, Oscar Jiménez de León, Guillermo Ovando Arriola y otros más. Las autoridades de la Embajada les concedieron el asilo… que eran casi doscientos asilados que prácticamente se “apuñuzcamos” (**) en el edificio de la Embajada-. Había obreros, maestros, médicos, dirigentes sindicales, campesinos, estudiantes, algunos militares, extranjeros, algunos cubanos, argentinos, mexicanos, dominicanos etcétera. Entre ellos “el Che Guevara” que organizó campeonatos de ajedrez, entre algunos, su contrincante a veces era Siekavizza Álvarez, presenciaban las partidas contra el “Che”, casi siempre Jaque mate, este argentino siempre derrotaba a todos.

Hubo solidaridad con los presos de Guatemala del pueblo argentino, como dijeron los muchachos guatemaltecos: “es un pueblo democrático, bondadoso y amigos de las causas justas, por ello, Argentina sintió como en carne propia la tragedia del pueblo de Guatemala, ya que la simpatía a este pequeño país de Centroamérica y a su Revolución de Octubre del 44, se hacía sentir en todos los estratos de aquel gran pueblo. Así como el gesto paternal y hermoso de Perón de brindar asilo a tantos guatemaltecos y defender este derecho, en este caso con verdadero interés, le hizo ganar simpatía y reconocimiento a su ya medio tambaleante régimen; así también el apresamiento sin causa justa de cerca de cincuenta chapines, le restó a Perón lo que había ganado a su causa. Ese gesto del régimen, innecesario desde todo punto de vista, al menos aparentemente, hizo abrir los ojos a muchos tambaleantes. Nadie se explicaba la razón de tener privados de su libertad a los que hacía pocos días les había manifestado simpatía, apoyo y aprecio «.(*).

Y seguimos con la saga de esta pequeña obra. Bonilla Isaacs con viajero de horizontes, fue incesante para buscar la información histórica y minucioso en su camino, para escuchar la génesis de la Revolución del 44, mi padre tuvo muchos pasajes de vida en los cuales perfila, con su actuar político y muy salpicado de anécdotas e intimidades, con relatos breves o curiosos, para ilustrar y plasmar en este texto. Porque siempre, es posible que existan divergencias de criterios sobre este trabajo, pero toda obra debe contener facetas y la dimensión del aspecto humano.

Mi padre siempre tenía realidades con la historia real, nunca la historia oficial, otras negadas, renegadas, sesgadas y silenciadas. Bonilla Isaacs siempre tenía aclaraciones para la efemérides de las gestas, pero a veces la historia es inconclusa, por ello nuestros pensamientos muy profundos, que de plano “calan” en las conciencias.

Como periodista con crónicas, soy un escribiente; parte de mi vida son los libros, porque escribir es un arte, porque un literato, tiene estilo e inspiración. Y miren este dicho peyorativo: “ratón de biblioteca”. En todo lo que hago, siempre estoy entre prosas, versos, cuentos, novelas, narrativas, columna de prensa, anécdotas, política y ensayos que animan mi desordenada biblioteca. Yo sí soy una persona que está siempre en una biblioteca, tengo la compulsión y obsesionado por la lectura, a muchas horas de mi casa, mi estudio biblioteca, está lleno de libros, incluso en mi cama, sofás, repisas, librera y estantes. Soy muy minucioso a pesar de no ser un erudito, pero si estudioso. Soy como varios bibliófilos que aman los libros y disfrutan de la lectura. Por ello, Flaminio, soy un escritor como un “roedor lector”. Me agrada escribir y mi trabajo, porque para mí es una profesión académica.

Y termina mi columna de hoy. Diciendo, que hace años empecé una investigación a profundidad sobre los partidos políticos del 20 de octubre de 1944. Habían una génesis de los partidos guatemaltecos contemporáneos; luego hablar de partidos políticos modernos y consideraciones históricas e ideológicas, con estos partidistas y analizados para de su programa político; y de último reflexiones sobre el presente y futuro de 40 años de nuestra democracia truncada. Para mí es una catarsis. “Estamos en un Estado fallido con los verdaderos poderes fácticos. Debemos refundar el Estado, porque hoy en Guatemala no hay República”.


( *) Fuente. Libro “El Exilio” de Jorge Silva Falla.
(**) chapinismo: apuñuscar, amontonarse.

(CONTINUARÁ).

Flaminio Bonilla

Abogado, escritor, comentarista, analista de prensa, columnista en “Siglo XXI” de 1991 y luego en La Hora del año 1991 a la fecha con mi columna “sin esconder la mano”. En la política nacional fue miembro del Partido Democracia Cristiana Guatemalteca, su Vicepresidente del Consejo Político Nacional y Director Nacional de la “Organización Profesional Demócrata Cristiana”. Soy un hombre de izquierda y soy socialdemócrata. Fui Registrador General de la Propiedad del 1982 al 1986; Registrador Mercantil General de la República del 1986 al 1990 y luego 15 años Representante Judicial y Consultor Jurídico del Registro Mercantil. Ha sido profesor universitario en la Facultad de Derecho de la USAC y en la Facultad de Derecho de la Universidad Rafael Landívar. Especialista en Derecho Mercantil Corporativo y Constitucional. Soy graduado en Guerra Política del Colegio Fu Hsing Kang de Taipéi, Taiwán.

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