Calvario: hundimientos en CA9-Sur han duplicado el tiempo en el tráfico; costos aumentan

Los inconvenientes en la carretera que conduce desde la capital a Puerto Quetzal (CA9-Sur) continúan surgiendo, y la ruta —una de los más importantes para el comercio del país— que en algún momento fue una vía rápida, ahora se ha convertido en un calvario.

La madrugada del pasado 21 de febrero se formó un nuevo hundimiento, ahora en el kilómetro 63 del tramo de la autopista que va de Escuintla a Puerto Quetzal. A pesar de que no es época de lluvia el agujero fue de tal dimensión que se interrumpió por completo el paso vehicular.

De acuerdo con un primer comunicado que emitió Convía, empresa que tiene la concesión de la ampliación en esa ruta, el problema ocurrió «durante la ejecución de los trabajos», debido a que desde años no se prepararon de forma adecuada los suelos. «En las zonas afectadas no existen capas de relleno ni compactación, lo que ha generado una alta inestabilidad del terreno».

Además, explicó que con las lluvias recientes colapsaron las tuberías en el carril izquierdo lo que ocasionó la erosión en un talud con sentido al sur.

Ahora, la compañía corre a marchas forzadas para rehabilitar el tramo. Este martes 25 de febrero informaron que luego de cuatro días de trabajo, se restableció «el carril de doble vía» en el km 63.

Aunque no indicaron con exactitud cuándo se restablecerá el paso con normalidad, en el comunicado, Convía afirma que «los trabajos en el área continuarán durante los próximos dos meses» para completar las obras que se necesitan para mejorar el drenaje pluvial y mitigar las inundaciones recurrentes en la zona.

CALVARIO

Mientras los trabajos siguen. Los usuarios de esa ruta tienen que enfrentarse a un calvario, los tiempos se han duplicado y hasta triplicado, comentan. El recorrido que antes era de dos horas, ahora puede alcanzar hasta seis. A esto hay que sumar los costos que han aumentado e impactan a los consumidores.

A este hundimiento le precedieron los ocurridos en junio de 2024 en el kilómetros 44 al 46 de la autopista Palín-Escuintla. El Gobierno espera que los trabajos estén finalizados en marzo, nueve meses después de que se produjeran.

A estos socavones también se suman los problemas al inicio de la CA9-Sur, en Villa Nueva, que ocurrieron entre 2021 y 2023 y que dejaron al descubierto la fragilidad de la ruta y la falta de mantenimiento de décadas del sistema de alcantarillado en esa parte de la metrópoli.

SUFRIMIENTO

Carlos Rodas trabaja en una distribuidora de pan y todas las semanas debe viajar al Puerto San José, Escuintla. Hace unos 10 años, comenta, solía tomarle una hora y media el trayecto de 105 kilómetros. El tiempo aumentó poco a poco y antes de los hundimientos ya era aproximadamente tres a tres horas y media el recorrido.

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Sin embargo, ahora, el recorrido le toma más de cinco horas, asegura. «Viajar al Puerto es complicado, el paso por Villa Nueva, el del kilómetro 44, en el puente saliendo de Escuintla y ahora con este nuevo hundimiento, adelante de ese puente… la verdad está muy complicado», narra el entrevistado.

Añade que de ida o de regreso el martirio es el mismo, y que la única forma en que se puede ahorrar algún tiempo es viajando entrada la noche o de madrugada, de lo contrario «hay que ir armado de mucha paciencia».

La presidenta de la Coordinadora Nacional de Transportes (CNT), María Teresa González, coincide en que los problemas surgidos desde el año pasado han sido «un golpe directo a los diferentes aspectos que componen la actividad transportista».

«Los tiempos se han duplicado y hasta triplicado. Ahora para un viaje de 105 kilómetros se hacen hasta seis horas. Son tiempos verdaderamente groseros», expone González.

Este incremento del tiempo de transporte ha impactado en los costos de los transportistas, que han visto como, desde el año pasado para acá, ha subido un 40 por ciento las partidas de gasto de mantenimiento de sus unidades, combustible y el pago de sueldos a los pilotos. «Las unidades se desgastan mucho más fácil, no es lo mismo tener un motor encendido dos horas que seis», explica.

Sin embargo, González dice que lo que más preocupa son las condiciones en los que los pilotos trabajan, con carreteras en pésimo estado y con restricciones de horario en varios municipios, es poco el tiempo que les queda para descansar. «Eso aumenta las posibilidades de que sufran accidentes… No entiendo cómo no ocurren más porque los pilotos están verdaderamente cansados todo el tiempo», afirma.

«Usted no puede estar manejando en esas condiciones sin sentirse mal, imagínese los que vienen desde Tecún Umán —San Marcos, frontera con México— se hacen 15 horas para llegar a la capital, eso es inhumano», añade.

González dice que las autoridades deberían reflexionar acerca del calvario que representa manejar en carreteras para los transportistas de carga. Recientemente, cuenta, habló con unos empresarios mexicanos y al comentarles cuánto tiempo se tardarían en poner un producto de la capital guatemalteca a la frontera, un trayecto de 260 kilómetros, «se sorprendieron, no lo podían creer».

«Deberían realmente considerar cómo se está trabajando en el Ministerio de Comunicaciones, se necesita mucho más compromiso de las autoridades y de todos los empleados. Es una pena leer que se caen los concursos porque se equivocan en una fecha», señala, en referencia a los más de 60 procesos de contratación para el mantenimiento de rutas que el CIV debió declarar prescindidos recientemente por errores administrativos.

«Que se pongan la mano en la conciencia de que es del futuro del país del que estamos hablando», concluyó.

AFECTA A TODO EL PAÍS

José Alejandro Ramírez, secretario ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Transportes, señaló que es «totalmente urgente y necesario» reparar cuanto antes esta carretera dado su importancia logística, ya que une al Puerto Quetzal con la capital guatemalteca. Sin embargo, lamentó que «ya se nos fue enero y está por irse febrero… estamos a poco del inverno», sin que se vean resultados.

El 97.5% de los pagos que hizo el CIV en 2024 fue por deuda contraída en el gobierno de Giammattei y anteriores

Dijo que el nuevo hundimiento viene a aumentar los tiempos de espera en el tráfico y, en consecuencia, de logística. «Todos estos tiempos muertos nos pegan, además, en el cansancio de los pilotos y en los costos de operación porque se suman dos o tres horas más al trayecto», indicó Ramírez, quien añadió que estos retrasos restan competitividad al país.

«Los clientes esperan siempre tener su carga a tiempo, esperan que tengamos más unidades disponibles, pero las colas y estos tiempos muertos nos hacen ineficientes», señaló.

«Esperamos una reparación rápida, de lo contrario vamos a estar en problemas serios, y no solo los transportistas, el país entero va a estar en problemas porque se afecta el turismo, el comercio, la industria…», agregó Ramírez.

BLOQUEAN RUTA AL PACÍFICO 

Alrededor de las 7:00 horas del lunes 24 de febrero, la PMT de Amatitlán informó que pilotos de transporte de carga realizaron un bloqueo en el kilómetro 35 de la ruta al Pacífico, los cuales habían sido anunciados previamente en redes sociales.

Según se conoció entre las demandas de los transportistas se encuentran los trabajos de limpieza en el kilómetro 36 de esta ruta, en el sector conocido como El Cafetal, en Palín, Escuintla.

Además buscan que se realicen acciones durante la temporada de verano, ya que durante la época de lluvias el sector tiende a inundarse y provocar problemas en la movilidad vial del sector, anotaron.

El paso fue liberado horas después luego que transportistas finalizaron una mesa de diálogo entre el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) y la Gobernación Departamental de Escuintla.

Tráfico complicado de sur a norte luego de bloqueos en kilómetro 35 de la ruta al Pacífico