POR MARIELA CASTAÑÓN
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Eduardo Alfredo Ruano, piloto de bus de la ruta 36, quien ayer murió violentamente, fue velado este día en el salón comunal de la colonia La Bethania, zona 7. El conductor dejó tres hijos menores de edad en orfandad.

César Ruano, padre del piloto, recordó a su hijo como una persona respetuosa, trabajadora y padre de tres niños de 14, 12 y 8 años, que ahora crecerán sin su progenitor.

El entrevistado recordó que Eduardo Ruano tenía 15 años de laborar como piloto de bus. Inició en este oficio aprendiendo sobre mecánica y después logró manejar uno de estos automotores.

“Empezó limpiando tornillos y fue aprendiendo en los buses, hasta que llegó a manejar. Le gustaba el transporte”, lamentó.

Según familiares del piloto, Ruano sería sepultado, posiblemente, en un cementerio de la zona 13.

PAGABA EXTORSIÓN

Según entrevistas realizadas en el lugar, todos los pilotos de las rutas 36 y 37 pagan extorsión para poder circular, entre ellos Ruano, quien ayer se convirtió en la quinta víctima de la violencia en menos de 24 horas.

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