Cuatro millones de dólares de los Estados Unidos es un montón de plata, aún para un abogado que destacó porque prestó sus servicios profesionales a la pareja de los Colom, pero el licenciado Héctor Trujillo, petenero como la que fuera esposa de Colom, pudo pagarlos sin el menor esfuerzo y en cuestión de pocas horas para evitar la cárcel y obtener un arresto domiciliario que le obligará a usar grillete transmisor para que se puedan saber todos sus movimientos, hasta cuando vaya al baño en el lugar que escoja para vivir en la ciudad de Nueva York.

No tenemos absolutamente nada contra el progreso económico de las personas, pero el hecho de que el abogado Trujillo haya podido pagar algo así como 30 millones de quetzales para lograr la libertad bajo fianza con tanta facilidad y rapidez, es muestra de que su capital es enorme y por haber sido tan cercano al poder vale la pena averiguar su origen. Porque precisamente Trujillo fue puesto en la Corte de Constitucionalidad porque era el abogado de confianza de esa pareja presidencial, llamada así porque él daba la cara y ella era la que mandaba, según atestiguan funcionarios de su gobierno.

Y fue nombrado suplente, porque los suplentes quedan bien parados, toda vez que no se inhabilitan para el ejercicio de la profesión y terminan siendo contratados por mega empresas y oscuros intereses para que los ayuden con el tráfico de influencias que pueden realizar en la instancia más importante de la justicia del país. Trujillo no es el primer suplente de la CC que se vuelve millonario, por lo que vale la pena que al investigar el origen de su extraordinaria fortuna se investigue también cómo es que funciona esa práctica mediante la cual algunos suplentes se han convertido y siguen siendo los abogados de cierto tipo muy peculiar de negocios que necesitan la sombrilla de la impunidad.

Si Trujillo compró públicamente su libertad mediante el pago instantáneo de 4 millones de dólares, es presumible que su fortuna sea mucho mayor que eso, y los éxitos en su profesión de abogado están íntimamente ligados al poder de sus amigos Colom.

En Guatemala cuesta mucho hacer fortunas tan grandes de la noche a la mañana y el enriquecimiento ilícito es un delito. El señor Trujillo está siendo acusado por recibir un soborno relacionado con el escándalo de la FIFA que no llega al monto de su fianza y es tiempo de se le investigue localmente junto a sus patrocinadores políticos.

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