El Problema: No hace mucho estábamos hablando y escribiendo sobre la importancia de la elección en el Colegio de Abogados. El tema era votar por los representantes del Colegio que integrarían las Comisiones de Postulación que a su vez propondrían al Congreso de la República los candidatos y candidatas a la Corte Suprema de Justicia y a los Magistrados de Sala.

Sin embargo, las cosas fueron esta vez diferentes y ese tema se volvió sensible, pues no muy satisfechos de cómo se lleva a cabo el proceso (ya que continúa siendo similar a un partido político y a una campaña para diputado) en teoría, los grupos que deberían de ser académicos realmente son grupos políticos que buscan ganar las elecciones únicamente por el poder que los representantes del mencionado Colegio obtienen en decisiones políticas de país.

Y fue nuestra culpa como constituyentes, ya que nuestra idea era mezclar a la academia en todos los temas y por esa razón incluimos a la Universidad de San Carlos en casi todas las representaciones que hay en el país. En este caso, la idea era crear una Comisión de Postulación integrada por quienes llevan a cabo la justicia, es decir jueces y magistrados, los miembros de la academia y quienes ejercen la profesión, que es el que ahora nos toca describir.

Un caso similar ocurre con la Junta Directiva del Colegio de Abogados y el Tribunal de Honor del mismo colegio, que pronto tendrán que sufrir un cambio. Habrá que votar por las distintas planillas que pretendan tener el control del Colegio, aunque lo que realmente desean es tener el poder en esas Comisiones de Postulación con el objeto de incidir en las y los candidatos que se le presentarán al Presidente de la República para que entre éstos escoja a la persona que deberá sustituir a doña Consuelo.

¿Qué pasó? Ahora aparecen más planillas que la vez anterior, 11 planillas, cada una con sus dos propuestas de candidaturas. Una para formar la Junta Directiva del Colegio y la otra para integrar el Tribunal de Honor. Ya es del conocimiento de todos que la importancia que tiene, más que tratar de corregir los problemas en los que se ha metido el Colegio por los cuales se ha desprestigiado, es debido a que quien presida cada una de las dos planillas ganadoras formará parte de la Comisión mencionada anteriormente. Esto adicional a que junto con el próximo Presidente de la Corte Suprema y de la Academia, es decir los Decanos de las Facultades de Derecho, tanto de la San Carlos como de las privadas, llevarán a cabo el proceso respectivo para proponer a quien ocupará la Jefatura del Ministerio Público.

NO SE VALE que las campañas para convencer a los abogados, a los criminólogos y politólogos, todos colegiados en esta institución, sea tan cara como una campaña para ser Diputado o Alcalde. Que no se sepa y no se pueda controlar de dónde vienen los fondos, quién está detrás y, peor aún, con qué intenciones pretenden ganar. Es prácticamente el mismo problema que tienen los partidos políticos cuando el Tribunal Supremo Electoral colabora con un partido. Aquí el problema es que el Colegio también colabora con una planilla, la oposición colabora con otras y quienes son parte del gobierno integran otras más.

Y aunque gracias a la Ley de Comisiones de Postulación, el proceso se torna muy transparente, esta parte de la eleccion del Colegio no es tan transparente y se dan problemas graves tales como el acarreo de votos como en un partido, la compra del voto, como en los partidos y, como mencionamos antes, el verdadero interés no es realmente componer lo que está mal, sino llegar a ocupar un cargo en el que su voto cuente para ser parte de los que dominan el país.

En “ROBERTO ALEJOS – PODCAST” pude entrevistar otra vez a Carmen Aída Ibarra quien me ayudó en la anterior elección del Colegio de Abogados, ya que ahí el tema era un poco más complejo. Aquí es sencillo: se escoge una Junta Directiva para administrar el Colegio y un Tribunal de Honor para juzgar a quienes actúen mal en su profesión; pero abiertamente se sabe que quien quede de Presidente o Presidenta en cada una de estas planillas será parte del equipo que escoja a la persona que sustituirá a doña Consuelo, pues tal como el Presidente lo dijo: “aunque vaya en la planilla no la elijo”.

YA ES HORA de ponerle mucha atención a este tipo de votaciones, que continúe el tema en el que de los más de 40,000 abogados colegiados, no votan ni la mitad. La indiferencia y la apatía es nuestro peor enemigo en estos procesos, pues mientras se lleva a cabo la reforma profunda del Estado, en donde se debe incluir a las instituciones que los constituyentes propusimos, creyendo que eran las más nobles y las más indicadas para proponer candidaturas o para tomar decisiones, hay que jugar con las reglas que se tienen y aquí las reglas se llaman votemos pensando en que el Colegio necesita una transformación profunda, que es lo que todo el mundo ofrece para la dignificación de la profesión. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que lo que realmente está detrás de esto es mantenerse en el poder, el poder del Ministerio Público, que hasta el día de hoy no es lo que nosotros, los Constituyentes queríamos que fuera, ya que ni siquiera pasó por nuestra mente dividir el Ministerio Público de la Procuraduría General de la Nación y… perdón que continúe criticando las nefastas reformas a la Constitución del 93 94 a las que sigo, llamándo a las reformas del golpe.

José Roberto Alejos Cámbara

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