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La semana pasada, Puerto Quetzal presentaba la siguiente situación: un tiempo de espera en fondeo de 35 días para barcos graneleros y 46 días para barcos de hierro o producto en jumbos, con 33 buques en fondeo.
Esto significa que un barco de granos básicos, como maíz, arroz o trigo, debería pagar aproximadamente un millón de dólares en demoras, mientras que para un barco que trae hierro o cemento (que es uno de los principales productos que viene en jumbos), la demora se estimaría en un millón trescientos mil dólares.
Por lo menos esta administración, a diferencia de la anterior, tiene la intención de intentar resolver los problemas de demoras por medio de alianzas con inversionistas privados para incrementar la cantidad de muelles, así como el calado del puerto, utilizando el plan maestro del siglo pasado, cuando éste se diseñó y construyó.
Al día de hoy, la infraestructura vial del país se encuentra en ruinas. El hundimiento de la autopista de Palín a Escuintla aún no ha sido reparado y sólo se tiene habilitado un paso temporal, los contratos de mantenimiento de carreteras tuvieron retrasos importantes, por lo que la labor de mantenimiento iniciará, tal vez, en el mes de mayo (inicios de invierno), con lo que prácticamente toda la red vial nacional estará más de un invierno sin trabajos de mantenimiento.
Los índices de desnutrición crónica infantil persisten, a pesar de que todos y cada uno de los gobiernos, incluyendo este de Arévalo, dicen que la van a erradicar. La escolaridad, y sobre todo la calidad educativa, han quedado a deber siempre.
La mayoría de los problemas anteriores tiene un denominador común, que se llama corrupción. Ese cáncer que con cada gobierno aumenta y que cada vez está más enraizado a todo nivel. Este gobierno no ha sido diferente a los demás, basta ver la forma en que los diputados oficialistas negocian y reparten el Listado Geográfico de Obras de la misma forma en que Giammattei y el jefe de jefes lo hicieron en el gobierno pasado, para entender que aprendieron, y muy bien, cómo se negocia en el Legislativo.
Ni qué hablar del ente investigador, volcado a dar protección a Giammattei, Martínez, Morales y compañía, permitiendo que salgan libres exfuncionarios que se han enriquecido a costillas del Erario, y que, encima, además de su libertad, han recuperado los bienes que han adquirido, producto del saqueo de los recursos del Estado.
La venida del secretario de Estado, Marco Rubio, trae oportunidades para el país. Sin embargo, creo que es muy importante hacerle ver que mientras exista corrupción en Guatemala, habrá migración. El saqueo de recursos del Estado resta oportunidades a los guatemaltecos, y es por ello que las personas migran a buscar un mejor futuro a los Estados Unidos. Y encima, sostienen nuestra economía y el crecimiento económico con su aporte mensual.
Y eso es algo que nos debe llenar de vergüenza a los guatemaltecos.