Actualmente tenemos una coyuntura para los guatemaltecos que residen en el extranjero, principalmente los que viven en los Estados Unidos, y hoy me dirijo a los “Honorables Diputados” del Congreso de Guatemala, quienes saben muy bien de las masivas deportaciones de la nación americana, país que está enforzando la leyes migratorias a gran escala, expulsando a los migrantes en situación irregular y como ustedes están enterados de que el Poder Ejecutivo de Guatemala no reacciona para afrontar ese casi seguro retorno masivo de muchos guatemaltecos que llegarán con las manos atrás a un país que siendo suyo se sentirán extraños y abandonados porque no los reciben con dignidad.
Hoy es cuando ustedes como Padres de la Patria puedan declarar estos eventos de retorno como una EMERGENCIA NACIONAL y crear un Decreto Legislativo que se convierta en ley donde se hagan traslados presupuestarios, una ampliación al presupuesto o se haga un Préstamo a instancias financieras internacionales para crear el Fondo de Reinserción Laboral y Productiva para Deportados FORELAPDE, dándole la figura en un Fideicomiso para que ellos sean sujetos de créditos inmediatos al llegar a sus lugares de origen, siendo un patrimonio exclusivo para los deportados donde los intereses blandos sean para pagar ese préstamos con lo establecido por la parte que otorga dicho financiamiento, ya sea gobierno o instancia internacional.
Este monto sería no menos de MIL MILLONES DE QUETZALES, mismos que se quedarían cortos, esta iniciativa sí tiene sustento y justificación para apoyar a esta gente que ha contribuido con sus remesas a mantener por años la estabilidad económica de Guatemala, solo recuerden ustedes que en el 2024 los migrantes enviaron $21,510 millones de dólares lo que se traduce en quetzales en un equivalente a unos Q167 mil 627 millones, flujo que se inyectó y estimulo la economía por medio del consumo, vivienda, educación, salud, proyectos y diversas actividades que apoyo a cerca de 6.5 millones de hogares que recibieron y fueron beneficiados con esos aportes que en su mayoría fueron enviados por la diáspora que vive en Estados Unidos.
Las deportaciones siguen en aumento y no hay ni una sola idea de cómo atender a tan importante población que retorna a Guatemala con un cúmulo de capacidades y experticias que pueden ser aprovechas para validarlas, certificarlas y crear actividades económicas que impulsen la inserción de los migrantes retornados en un desarrollo real de las comunidades de donde salieron.
En las instancias del gobierno guatemalteco, deben laborar profesionales con experiencia en proyectos y programas de desarrollo para aprovechar estas potencialidades y no puestos políticos que no saben ser facilitadores en estos importantes temas para aprovechar todas estas oportunidades que tiene Guatemala con el retorno de su principal y valioso patrimonio, en esta población y sus aportes por medio de las remesas familiares.
Las experiencias positivas de este proyecto en un fideicomiso especial en fondo revolvente en con créditos, asistencia técnica, capacitación y seguimiento pueden ser aplicadas al momento actual de las deportaciones con diversidad de opciones para plantear opciones económico/productivas, apoyándolos en todo el ciclo de proyectos, que garanticen y contemplen la cadena productiva en términos redituables para los deportados y en un ambiente de desarrollo territorial con enfoque cooperativo.
Hay disponibilidad de estos profesionales en aportar sus experiencias y conocimientos para implementar importante idea innovadora para este segmento de población que se encuentra en total abandono y que está urgido que el sector gubernamental o privado le pueda abrir espacios de oportunidad para incorporarse a la actividad económica, utilizando sus capacidades, potencialidades y conocimientos adquiridas en el extranjero.
Urge re orientar el que hacer consular y de Conamigua con nuevas capacidades con profesionales enfocados a la organización para acciones económico productivas, desarrollo comunitario, formalización y legalización de estructuras en el extranjero y el interior del país para ir poniendo en práctica un verdadero proyecto que mitigue las causas de la pobreza extrema, marginación, exclusión, migración y falta de oportunidades en el área rural de Guatemala.
En primera instancia se debería analizar el presupuesto de CONAMIGUA y dirigirlo a este esfuerzo para que dicho recurso sea bien utilizado, revisando su accionar que deja mucha duda porque no responde a las necesidades y emergencias de la población migrante, pagando altas cifras en funcionarios que no dan la talla y no son necesarios para estas propuestas.
Este enfoque estaría mejor justificado y sustentado socialmente si lo comparamos con los 3 mil millones de quetzales que el gobierno de Geamattei otorgo durante la pandemia y que esta bajo secretividad en el Banco Crédito Hipotecario Nacional, fondos que fueron a parar con toda seguridad a empresarios cercanos a ese desgobierno y otros sectores favorecidos, montos que seguramente no serán recuperados.
Les ofrecemos apoyo gratuito, no perdamos la oportunidad de hacer desarrollo con las remesas ya que muchos hermanos migrantes retornan con grandes y valiosos conocimientos.
Hoy es cuando Señores Diputados, que con mucho respeto los menciono, como dicen ustedes en sus reuniones, pónganse a pensar en esto y los migrantes se los recoceremos, recordándoles una vez mas que retomen las reformas de la Ley de CONAMIGUA que se estaba en tercera lectura en la legislatura pasada y sería otra forma de darle los espacios a los migrantes para enderezar y rescatar esta institución que esta en trapos de cucaracha.
Les dejo esta reflexión, no hay guatemalteco que no tenga relación con el tema migrante, todos en alguna manera hemos sido beneficiados con las remesas y este esfuerzo de venirse a trabajar a otro país en condiciones adversas.