El título de mi columna hace alusión justamente a un grito que era muy común en aquel primer año del glorioso Instituto Nacional Central para Varones, (INCV). El mismo nace de una cuestión circunstancial, pero que cobró vida y se reprodujo por muchas generaciones de Shecas. El profesor Don José Castañeda, era quien impartía el curso de Artes Industriales en primer año, el taller de esta clase se encontraba justamente hasta el fondo del instituto visto de occidente a oriente, pegado a los baños, por lo que por su localización, así como por el ruido y el movimiento propio de dicho taller, hacía difícil escuchar el timbre de cambio de clase y en nuestro caso –aquellos que estudiamos en 1º. D–, significaba el final de la jornada, por lo que la muchachada estaba atenta a cuando sonara y gritaban ¡¡¡Ya tocaron Don Chepe!!! y don Chepe, que era un conocedor del comportamiento de los estudiantes, únicamente se reía y decía en alta voz ¡¡¡Si, ya tocaron, pueden irse¡¡¡, aunque a veces si estaba molesto, desde que ya se acercaba la hora, nos indicaba, ya van a gritar ¡¡¡Ya tocaron don Chepe!!!
Este taller, era –desde la pupila de aquellos años de patojo–, efectivamente un salón que disponía de diversas herramientas y equipo apropiado para las artes industriales, así que había bancos para carpinteros, fraguas para calentar el hierro, herramientas de distinto tipo, unos escritorios que eran un plano inclinado y estaban pintados de rojo y don Chepe se subía a una especie de tarima y desde ahí, con una enorme regla en su mano derecha nos daba las indicaciones correspondientes.
Esta fue una etapa de sumo aprendizaje para mí y seguro para mis compañeros, no se me olvida que, en ese primer año, tuvimos que llevar madera y de la misma Don Chepe nos enseñó a cortar con sierra y serrucho para moldear la madera y de la cual obtuvimos una tabla de picar para la casa –la mía todavía está guardada por ahí y tiene la firma de varios Shecas de aquellos años–, así como fue sujeto de uso cotidiano por parte de mi mamá.
No se me olvida también que hicimos un recogedor de basura, con materiales de tubo y otros que efectivamente concluyeron en un bonito instrumento para la casa, como digo, fue una clase que a mí me dejó mucho de aprendizaje. Fuera de ello, éramos como 100 alumnos, por lo que la muchachada no paraba de joder, había peleas, había gritos, había guerras de cualquier cosa que se pudiera tirar, así como no se me olvida una vez Víctor Hugo Mancilla calentó la fragua y se miraba roja, cuando aparece Don Chepe y levantando los brazos gritaba “Mancilla, Mancilla, que está haciendo”, mientras se tomaba de los pelos y se acercaba a él. Cuando llegó, le tomó de la oreja de una forma suave, se le acercó y cariñosamente le dijo: “No lo vuelva a hacer”.
Ese momento del grito, se replicó en una buena charada, cuando nos volvimos a juntar con esta tropa de queridos amigos Shecas del primer año, en el mes de septiembre del año pasado, que significó otro momento de convergencia de amistad de gratos recuerdos, charadas, insultos, pero en un momento que estábamos en el coloquio de todos los amigos, uno de los cuaches Penados, se encontró con una campana, la repicó y en el mismo momento gritó ¡¡¡Ya tocaron don Chepe!!!, el grupo al unísono nos carcajeamos de la charada y se quedó como la anécdota de ese día.
Don Chepe Castañeda, era alto, delgado, blanco y blandía una cabellera desordenada y canosa, con lo cual para mí se asemejaba al Profesor de Back to the Future (Christopher Lloyd), así que cuando vi la película y la he visto varias veces, me llevaba a la figura de Don Chepe Castañeda, aquél inolvidable y gran profesor que nos legó el gusto por cuestiones que para muchos de nosotros eran nuevas, pero que significaron un enorme activo intangible en nuestras vidas.
Con estos recuerdos, hago memoria de Don Chepe Castañeda, hasta donde esté, que sepa que dejó una semilla indiscutible para muchos en nuestras vidas y que este sábado 25 que nos reunimos nuevamente con este alegre, chingón e irreverente grupo, seguramente lo recordamos de nuevo. Para todos los Shecas, especialmente para este grupo de Primero D. Frente Altiva y Corazón Rebelde y a lo más alto, por lo más difícil. ¡¡¡Ya tocaron Don Chepe!!!
*Quiero expresar, aunque tarde, mi más sentido pésame a la familia de la capitana Ingrid Amanda Morente Catalán, por su fallecimiento. Ingrid fue mi alumna y lamenté mucho su trágica muerte, siempre buscó superarse, hasta que cerró en Auditoría. Mucha resignación a sus deudos.