BEIJING
AP

China dijo hoy que impondrá nuevas restricciones a la información periodística sobre el terrorismo interno mientras siguió atacando a una periodista francesa, expulsada del país por cuestionar las afirmaciones de Beijing sobre las amenazas terroristas que enfrenta.

La agencia noticiosa oficial Xinhua dijo que las restricciones obedecen a una ley antiterrorista sancionada durante el fin de semana, pero dio pocos detalles.

«La intención de las diversas restricciones es impedir los crímenes imitativos, proteger a quienes trabajan en la primera línea contra el terrorismo y evitar los daños que provocan los rumores a la sociedad», dijo Xinhua. «Por el bien común, los medios de prensa extranjeros en China tanto como las organizaciones internas deben cumplir estas normas y hacer su aporte a la lucha global contra el terror».

Una cláusula de la nueva ley dice que las organizaciones periodísticas deben participar de la lucha propagandística contra el terrorismo e incluye algunas restricciones a lo que se debe informar.

«Ninguna institución o individuo puede fabricar o difundir información sobre incidentes terroristas falsos, informar o diseminar detalles de actividades terroristas que puedan dar lugar a imitaciones ni publicar escenas de crueldad o humanidad acerca de actividades terroristas», dice la ley.

La legislatura nacional dio su aprobación formal ayer en medio de temores de que la obligación de que las compañías tecnológicas den información al gobierno perjudiquen los intereses empresarios infrinjan aún más la libertad de prensa y otros derechos humanos.

Beijing ha dicho que China es víctima del terrorismo global luego de choques violentos con miembros de la comunidad musulmana uigur en Xinjiang, en el extremo noroeste del país, pero especialistas extranjeros generalmente coinciden que no hay pruebas de vínculos extranjeros y que la violencia en Xinjiang es un producto local principalmente de la opresión gubernamental.

China declaró el sábado que no renovará las credenciales de prensa de Ursula Gauthier, corresponsal en Beijing de la revista francesa L’Obs, lo que equivale en los hechos a una orden de expulsión, por poner en duda la línea oficial que equipara la violencia étnica en Xinjiang con el terrorismo global.

El vocero de la cancillería Lu Kang expresó a la prensa hoy que Gauthier debe partir antes de fin de año por no retractarse de un artículo del 18 de noviembre «saturado de solidaridad con los terroristas».

El reportaje de Gauthier «promovió de manera flagrante actos de terrorismo y matanza de civiles inocentes, lo que provocó la indignación del pueblo chino», dijo Lu.

Gauthier ha dicho que partirá el 31 de diciembre.

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