El tema del Canal de Panamá, que ha sido enfocado desde una perspectiva muy peculiar por el futuro Presidente de los Estados Unidos, tiene especial importancia porque Trump atribuye a China un enorme poder por las relaciones diplomáticas y económicas que tiene con el país centroamericano. Dentro de las estrategias de la futura administración norteamericana se habla de recuperar el control del Canal que fue construido por Estados Unidos en territorio panameño a principios del siglo pasado, y cuyo control total fue devuelto en el gobierno de Jimmy Carter, quien hoy está siendo velado en Washington.
Guatemala es uno de los 12 países del mundo, incluyendo al Vaticano, que mantienen relaciones con Taiwán mientras que China ha expandido su cooperación económica con los países que han roto su relación con Taipéi, realizando enormes inversiones entre las que se incluyen aportaciones para ayudar a Panamá a salir del atolladero que significó la sequía del llamado fenómeno El Niño. Taiwán ha mantenido sus relaciones con muchos de esos 12 países debido a arreglos que hacen para beneficiar a los gobernantes, como ocurrió con muchos Presidentes de Guatemala que recibieron dinero que usaron para sus gustos y eso es algo que debe cambiar tajantemente y ahora surge una nueva oportunidad.
Creemos que dada la coyuntura mundial que se avecina, con China cada vez más agresiva en cuanto a recuperar el territorio de Taiwán y Trump enfrentándose con Pekín, el gobierno de Guatemala debe ser más creativo para lograr una relación productiva que beneficie al país. El último gran “apoyo” que recibió Guatemala fue el financiamiento del pago a cabilderos (Lobby) en Estados Unidos para trabajar a favor de Giammattei y Martínez, luego de que este último fue incluido en las listas de personajes corruptos.
Es momento de replantear el fondo y si logramos que Taiwán haga reales inversiones en el desarrollo del país y no cheques para que se los embolsen los políticos que llegan a la presidencia, seguramente que podríamos continuar siendo una de las naciones con las que tienen relaciones diplomáticas, tema que tiene además el detalle de que es muy importante para Trump, quien oirá los cantos de sirena de quienes pretenden a toda costa impedir cualquier avance que signifique terminar con la impunidad para los operarios de la corrupción.
El gobierno de Arévalo tiene que ser creativo en materia de política exterior y demostrar que la relación con Taiwán puede ir más allá de financiar ese cabildeo a favor de quien estaban saqueando el país o de financiar proyectos que han servido para aumentar los negocios, como fue el caso del equipamiento del Hospital de Chimaltenango, dotación que estuvo a cargo de funcionarios de la célebre parejita.
Es el momento de lograr inversiones integrales desde Taiwán en el sector privado y ejecutar proyectos públicos de gran envergadura que no solo eleven la calidad de los guatemaltecos y por eso, Taiwán es una llave clave en Washington para las relaciones Guatemala y Estados Unidos.
