PARÍS
AP
Un hombre sospechoso de haber decapitado a un empresario en una planta de gas francesa el pasado junio se suicidó en su celda de prisión, según dijeron hoy las autoridades francesas.
Yassin Salhi se ahorcó con un cable eléctrico ayer por la noche en la prisión de Fleury-Merogis, indicó el vicefiscal Jean-Michel Bourles en Evry, un suburbio de parís. El exconductor de reparto afrontaba cargos preliminares de asesinato y terrorismo, así como de supuestos lazos con extremistas del grupo Estado Islámico.
El ataque en el sureste de Francia volvió a poner al país en alerta máxima tras los atentados extremistas de enero.
La fiscalía francesa dijo que Salhi atrajo a su jefe hasta una camioneta, le golpeó para dejarle inconsciente y le decapitó. Salhi llevaba supuestamente consigo un largo cuchillo, un arma y dos banderas nuevas con la declaración de fe musulmana.