POR WALESKA HERNÁNDEZ
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La mala coordinación entre el Sistema Penitenciario (SP) y el Organismo Judicial (OJ) provoca retrasos en los procesos penales que afectan a todas las partes involucradas.
Por tercera vez, en una semana, la audiencia de primera declaración contra 17 personas señaladas de integrar una estructura criminal que extorsionaba a trabajadoras del sexo, fue suspendida debido a que el SP no trasladó a siete de ellos desde la cárcel El Boquerón.
Finalmente la audiencia dio inicio, sin la presencia de todos los reos, obligando al juzgado a programar una nueva audiencia para los restantes.
Esta situación es común en tribunales. Diariamente se dan atrasos en los procesos, y cada uno de ellos implica un costo de tiempo para el juez, los fiscales del Ministerio Público (MP), las víctimas, los abogados de la defensa, los guardias del SP, personal de la Policía Nacional Civil que apoya a los guardias de OJ.
La semana pasada, Salvador Estuardo González Álvarez, alias Eco, fue trasladado en dos ocasiones a la Torre de Tribunales, sin que se realizaran audiencias en su caso.
Juan José Méndez, abogado defensor, comenta que los retrasos surgen cuando el OJ no coordina efectivamente las audiencias con el SP. Según explica, los juzgados notifican a las partes con muy poco tiempo de anticipación sobre los horarios de audiencia e incluso hay casos en los que se cita a los abogados a una hora y al SP a otra.
“Cuando una audiencia es a las ocho de la mañana, hasta esa hora empiezan a buscar la sala para realizarlas, a veces les toma dos horas encontrar una disponible. Eso deberían hacerlo desde un día antes”, indica Carmen Sandoval, también abogada.
Para Amílcar Osorio, fiscal del MP, el SP también es responsable de los atrasos, ya que no coordinan los horarios de las audiencias con el traslado de los reos. Según el funcionario, llegan tarde o no llegan, y cuando están en la Torre de Tribunales pasan mucho tiempo allí.