El problema: Cuando un grupo de personas presentan al Registro de Ciudadanos el acta para formar un comité, el Comité Proformación de Partido, se presenta al Registro de Ciudadanos quien lo revisa y para ser muy honestos no sirve bien. En los últimos años hemos podido observar que si se quiere parar la inscripción de un partido, le encuentran cientos de defectos e incluso como pasó con el caso de Fopa, se detiene la inscripción y hasta se presenta una demanda penal porque en el momento de presentar el acta dos de las personas que comparecían ahí habían fallecido.
Sin embargo, cuando en buen chapín, quien está haciendo el trámite tiene cuello o cuando el trámite lo hace alguien sumamente pequeño no le ponen mayor atención y normalmente el trámite sigue y una vez aprobado el trámite, llenando los demás requisitos se entregan las hojas de adhesión y eso es lo mismo. Es obligación del Tribunal Electoral ver que el DPI no esté vencido, que la firma coincida y que no estén afiliados en otro partido político y, por supuesto, que las personas no hayan fallecido. Sin embargo, esto tampoco se hace como debe ser y entonces el país está lleno de partidos políticos que no llenaron los requisitos desde su inscripción.
En el caso de SEMILLA nadie le puso atención al partido porque la primera vez que participó ni siquiera llevaba candidato presidencial, nadie le puso atención hasta que en las encuestas empezó a aparecer, y más atención se le puso cuando iba pasar a segunda vuelta y entonces encontró en la ley de la delincuencia organizada un artículo que nunca se había aplicado a nadie que permite suspender a una entidad jurídica, mientras se investiga; se quiso hacer desde la campaña, lo cual es inconstitucional, pero al final se logró hacer al pasar la campaña y en la actualidad el partido está suspendido y con eso pierde todos sus derechos para trabajar como debe ser.
Qué pasó: todos sabemos que hubo un movimiento nacional para evitar que Bernardo Arévalo tomara posesión, pero empezó tratando de evitar que el partido participara de la segunda vuelta cuando ya se había colocado en el segundo lugar y tenía ese derecho. Como no lo lograron, empezaron a hablar de fraude electoral, empezaron a tomar decisiones relacionadas con el padrón electoral con las Juntas Receptoras de Votos, en fin todo un tema relacionado con lo que algunos de nosotros mal llamamos golpe de Estado porque realmente lo que significaba era evitar que se diera la transición.
¿Y la transición terminó ahí? No, desde el momento en que Bernardo tomó posesión, la guerra contra el partido SEMILLA continuó, seguido a que Samuel Pérez fue electo presidente del Congreso y tuvo que retirarse, llamar a una nueva elección porque no tenían sus derechos como partido. El Presidente de la República ha tenido que soportar los ataques no sólo a él, a su Vicepresidenta, a todos sus funcionarios cercanos, a aquellos involucrados en el partido y aquellos que no tienen nada que ver acusados de cualquier tema, lo importante es no dejarlo gobernar.
NO SE VALE que en un país como el nuestro con tantos problemas causados, por no sólo la corrupción y los malos manejos, sino por todo un sistema organizado totalmente a propósito para que el país esté como está y para que unos cuantos lo sigan explotando y la gran mayoría, sigan sin ni siquiera entender qué está pasando, viendo estos pleitos entre el gobierno y el Ministerio Público, pero además veamos como el partido de gobierno no puede actuar como debería actuar en el Congreso de la República.
YA ES HORA de una reforma electoral profunda, no estoy hablando de hacerle cambios a la ley actual sino realmente a trabajar en una nueva ley que de verdad siente las bases para que los países lleguen a ser lo que soñaba la constituyente. Que haya una reforma profunda a la ley Orgánica del Congreso de la República para que el Congreso funcione como debe de funcionar y en especial reformas en el Organismo Ejecutivo, empezando por la Ley de Servicio Civil y por la forma en que el Ejecutivo esté organizando para poder enfrentar los choques de los adversarios y lo parcial que se encuentra aún en el Organismo Judicial, aunque esperábamos lo contrario
Dicha ley también habría que reformar, no porque la ley no funciona para transparentar el proceso, sino porque no funciona en este caso en particular, para elegir magistrados y magistradas de la Corte Suprema y de Apelaciones. Lo cierto es que no le entramos a nada con profundidad y los ciudadanos, los que no estamos gobernando, nos dedicamos a criticar al gobierno de turno o a criticar a la oposición y al final eso nos hace indiferentes porque sólo criticar no cambian nada, hay que participar, pero de lleno, de fondo y con una actitud valiente. MÁS EN ROBERTO ALEJOS – PODCAST entrevista con Santiago Palomo.