Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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«La gente que no espera justicia no tiene por qué sufrir una decepción.” Isaac Asimov

Constantemente nos encontramos en proceso de iniciar algo, un nuevo trabajo, un nuevo proyecto, una nueva relación, un nuevo camino, un nuevo día, o un nuevo año, es mi percepción que en todo momento nos encontramos ante una página en blanco, en la que escribiremos retazos de vida, para unirlos después y construir nuestro diario personal.

Lo mismo sucede con un país, lo que tienen en común la vida del ser humano y la del país, es que cada página en blanco es parte irremediablemente de un libro, al que se van agregando nuevas páginas que van construyendo la historia, que debe preservarse para que sea un referente de los errores y los aciertos, lo importante de la época en la que nos encontramos, es que en algún momento nos detengamos a reflexionar sobre lo sucedido, lo que no ha sucedido, y lo que está por venir.

Lo transcendental ya puestos en situación, es lo que no ha sucedido, porque nos deja más vacíos, y que como sociedad nos deja un mal sabor de boca monumental, especialmente ese vacío institucional en el que nos sentimos inmersos, desde hace ya demasiado tiempo, y del que parece no vamos a salir.

Este año fue sui géneris, cabe mencionar que en nuestro kafkiano país, y viéndolo desde la perspectiva del tiempo, todos los años son sui géneris, sin embargo hay unos más que otros, no cabe duda, que este ciclo que está por terminar nos deja bastante desgastados como sociedad, hemos luchado contra corriente y la corriente esta vez nos ganó, no se puede pasar página, porque tenemos demasiadas cosas inconclusas, como el hecho de que se han criminalizado la mayoría de los derechos de la población, y no parece que exista un cambio en un tiempo cercano, siendo uno de los peores de nuestros pendientes.

Hoy alguien hizo una pregunta general, para que se le diera una calificación a nuestra situación como país, y la más recurrente fue decepción, del total las calificaciones esperanzadoras fueron de un 20%, las demás negativas, siendo la más repetida la que transmite un sentimiento bastante desolador, lo peor es que no podemos negar que, aunque es cierto que en la vida no siempre se gana, también es cierto que no podemos sentirnos especialmente positivos, por sentir que una vez más hemos perdido.

Los escándalos relacionados con la corrupción han llenado más páginas de las que quisiéramos, aunado a la constante criminalización de nuestros principales derechos como lo es la libertad de expresión y de pensamiento, la que debería como en otros tiempos ser garante de la información y formación a la que debe acceder el ciudadano común, ha quedado deslegitimada al igual que otras garantías ganadas con sumo esfuerzo, porque hoy como en los tiempos más oscuros de nuestra historia, los derechos se han debilitado.

Entre el aumento desmedido a los diputados y un presupuesto que nos debe preocupar no solamente por lo desequilibrado del mismo, cuando el equilibro es uno de sus principios fundamentales, a la estructura de este porque como nunca, se presta al pago de favores y a más corrupción, más el castigo que de su lectura se evidencia a las instituciones que no están colonizadas por los funcionarios del gobierno anterior, por lo que seguimos con lo mismo de lo mismo, porque no cabe duda que la sombra de ese gobierno sigue dominando el panorama, como no había sucedido antes.

Es un insulto a la población que los diputados se receten casi un 100% de aumento a sus ingresos que no es salario, pero ese es otro debate, mientras la población en general apenas percibe un poco más del total del costo de la Canasta Básica Ampliada que está calculada en Q2,033.51 por persona, por lo que con el salario mínimo de dos personas no puede subsistir una familia, con lo que estamos condenando a la población a vivir en la indigencia.

Desafortunadamente, la población está demasiado cansada y decepcionada, de no contar con respuestas concretas y efectivas de la institucionalidad en general, con lo que nos encontramos en un camino demasiado difícil y no porque nos encontremos en la dirección correcta.

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