POR WALESKA HERNÁNDEZ
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A dos meses de su inauguración, el Tribunal C de Mayor Riesgo ya tiene ocupada su agenda con juicios hasta septiembre de 2016, periodo en el que se desarrollarán 16 debates de distintos casos.

El tribunal inició su trabajo el 28 de octubre pasado, y fue creado a consecuencia de la mora judicial que pesa sobre los tribunales A y B de Mayor Riesgo; sin embargo, parece que un tribunal será insuficiente para la demanda de procesos de alto impacto que llega al Organismo Judicial.

_Nac34_4bPablo Xitumul, presidente del nuevo órgano jurisdiccional, señaló que aunque nueve meses parece mucho tiempo para desarrollar 16 casos, el tiempo que se requiere para escuchar todas las partes e impartir justicia en un juicio es largo.

El tribunal C ya recibió algunos expedientes que estaban a cargo de los tribunales A y B y, además, recibirá todos los casos de Mayor Riesgo que sean enviados a juicio desde el 28 de octubre, hasta el 27 de abril de 2016.

El tribunal celebró su primer juicio el 1 de diciembre pasado. El caso de Marvin Montiel Marín, alias El Taquero inauguró la sala de audiencias, ubicada en el décimo sexto nivel de la Torre de Tribunales.

Montiel Marín y siente personas más son sindicadas de la muerte de 15 nicaragüenses y un holandés en Zacapa, hecho ocurrido en 2008. De los involucrados, ocho personas ya fueron condenadas a penas de 8 a 288 años de prisión.

El primer juicio del tribunal ya tiene dos semanas en trámite, y según Xitumul, es probable que llegue hasta los primeros días de enero.

Los órganos judiciales de Mayor Riesgo reciben aquellos procesos penales que, a criterio de la Cámara Penal, representan un peligro para los trabajadores del Organismo Judicial (OJ), los fiscales del Ministerio Público (MP), además de abogados y procesados.

No existe ninguna limitación en cuanto a los delitos que pueden ser analizados. Cuando el MP considera que el caso representa un peligro para conocerlo en un juzgado normal, solicita que el mismo sea trasladado a uno de Mayor Riesgo.

Ser contralor en un órgano de Mayor Riesgo, significa dictar sentencia en contra de personas consideradas peligrosas, por lo que muchos profesionales prefieren no aceptarlo, explicó Xitumul.

Para contrarrestar ese problema la Corte Suprema de Justicia proporciona seguridad extra a los jueces y juezas que realizan esta función.

Para Xitumul, la seguridad es útil, pero en lo personal prefiere no utilizarla, y de esta forma no llamar la atención. El togado prefiere pasar “desapercibido”, señala.

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