Esta semana iniciamos con los 16 días de activismo para erradicar la violencia contra las mujeres.
En una ocasión hace unos años me invitaron a dar una charla sobre el tema, la mayoría de la audiencia eran hombres y no se quedaron callados. Expresaron también las agresiones que sufren de sus parejas. Las que iban desde tirarles lo que encontraban mientras discutían hasta golpearse ellas mismas e ir a los juzgados y otras instancias a decir que su pareja les había golpeado.
Y lo creo, he escuchado a mujeres hablar muy mal de los hombres, sus parejas, sus padres, sus hermanos, porque no les cumplen sus caprichos. Porque las cosas no salen como ellas lo soñaron. Porque viviendo en pareja, se manejan como que vivieran solas.
Pero es una realidad irrefutable que son las mujeres, las que a lo largo de la existencia del ser humano sobre la tierra han sufrido más vejámenes, insultos, golpes, desprecios y todo tipo de agresiones.
Sin embargo, son las mujeres las que llevan en su vientre la perpetuación de la especie humana, son ellas las que han luchado por sus familias económica, moral, social y hasta políticamente.
Son las mujeres las que muchas veces hasta en contra de su familia se han preparado y salido adelante legando grandes inventos al servicio de la humanidad
Sin embargo, «la falta de mujeres en los Premios Nobel es apabullante». Las cifras absolutas son amargas y desconsoladoras. En 2024, si no hubiese sido por Han Kang, ganadora del Nobel de Literatura, no habría habido ni un solo nombre de mujer en los prestigiosos premios.
Y es que las mujeres apenas representan el 6% de todos los galardonados en la historia completa de los premios Nobel. Las categorías en las que las mujeres han sido más premiadas son: el premio Nobel de Paz (en 19 ocasiones), Literatura (en 18 ocasiones) y Medicina (en 13 casos).
De las 900 personas que han ganado Premios Nobel entre 1901 y 2024, solo 50 han sido mujeres.
Hay disciplinas tecnológicas, científicas en donde parece que solo los hombres pudieran acceder a los premios. La última mujer en ganar un Premio Nobel de Física fue Maria Goeppert Mayer en 1964
No existen pruebas que el comité se negase a conceder un premio debido a que la candidata fuera una mujer. Pero los datos hablan por sí solos.
Lise Meitner, codescubridora de la fisión nuclear, fue nominada para el Nobel de Física 29 veces entre 1937 y 1965 y para el Nobel de Química otras 19 veces entre 1924 y 1948, según los registros del archivo de la Fundación Nobel. Sin embargo, nunca ganó un premio
La astrónoma Vera Rubin, reveló la existencia de la materia oscura, fue ampliamente aclamado, falleció el 25 de diciembre de 2016, sin Nobel.
Según comenta Sara Romero “La falta de mujeres en los Premios Nobel es apabullante. Las cifras absolutas son amargas y desconsoladoras. En 2024, si no hubiese sido por Han Kang, ganadora del Nobel de Literatura, no habría habido ni un solo nombre de mujer en los prestigiosos premios.
Y es que las mujeres apenas representan el 6% de todos los galardonados en la historia completa de los premios Nobel. Las categorías en las que las mujeres han sido más premiadas son: el premio Nobel de Paz (en 19 ocasiones), Literatura (en 18 ocasiones) y Medicina (en 13 casos).”
Premios donde no se reconoce el verdadero talento científico de las mujeres. Y nos regresa a premios cuyo respaldo se encuentra en lo social. Lo que nos deja ver que acá también se desvaloriza el trabajo de la mujer.
Pensemos en mujeres cercanas a nosotros que quizás no hayan hecho algo tan grande como para merecer un “Premio Nobel” pero que con sus ideas y su trabajo han logrado realizar cambios sociales y cambios personales.
Yo mencionaría a la Doctora en literatura Guillermina Herrera, a quien conocí cuando ella estudiaba en el colegio y tuve la oportunidad de tenerla dos veces como catedrática y más adelante enterarme que llegó a ser Rectora de la Universidad Rafael Landivar, un puesto hasta entonces ocupado sólo por hombres.
O compañeras de trabajo que día a día deben lidiar con el tráfico para atender sus trabajos, llegar a su casa para revisar tareas de sus hijos y atender a su pareja. Mujeres esforzadas que quizás alguna vez o más de alguna vez en su vida sufrieron violencia, pero se esfuerzan por mantener la armonía en el hogar. Para ellas mi saludo y respeto.