La semana pasada tuve el gusto de tener una entrevista con Carlos Barreda, un exdiputado de la UNE y ahora diputado de la organización política con VOS, que en la actualidad se ha convertido en un fiscalizador. Actualmente es diputado al Parlamento Centroamericano, pero fue quien presentó la iniciativa de ley de lo que ahora es la Ley de Competencia, que hubo que esperar 40 años desde que se aprobó la Constitución, para aprobarla. A pesar de que para algunos constituyentes la Constitución no especificaba que fuera una Ley de Competencia, la Constitución hablaba de que una ley regularía lo relativo a la prohibición de los monopolios.
En este capítulo del podcast, Carlos Barreda nos explica dónde nació la iniciativa, cómo se trabajó, cómo llegó a la Comisión en el Congreso de la República y por qué no se aprobó en aquella época cómo la ley que nace a raíz de la plaza del 2015 en donde la gente era la que protestaba por la política, pero por no había una agenda económica, había que aprovechar el momento. Sin embargo, la ley no caminó y en esta entrevista Carlos nos explica por qué no caminó.
Lo más importante de nuestra charla fue aprender un poco sobre cómo funcionaría la ley tal y como fue aprobada, ya que pocas personas realmente conocemos lo que significa tener una Ley de Competencia y cómo funcionaría, pues en pocas palabras, se habla de crear una Intendencia, algo similar a la SAT, con un superintendente y un directorio, donde estaría un representante del Organismo Ejecutivo, un representante del Organismo Legislativo y uno del Judicial. Ellos tendrán a su cargo aplicar la ahora llamada “Ley de Competencia”. Sin embargo, además del proceso para integrar la intendencia, y tener muy claro que primero tendría que existir/crear un proceso para estudiar cuántas y cuáles leyes en este país se prestan para apoyar los monopolios y evitar así la libre competencia. Uno de los pasos que el Intendente tendría que dar al inicio es darle a conocer al Congreso, cuáles serían las principales leyes que habría que derogar o cambiar para que éste pueda llevar a cabo su trabajo.
Asimismo, podemos darnos cuenta de que es una ley que no tiene condenas de tipo penal, ya que son multas y advertencias a las empresas que practican el monopolio, en donde la misma ley explica cómo funciona un monopolio. El Diputado Barrera presentó como ejemplo la Ley de España que es una de las leyes que mejor se aplica y que realmente ha servido y ha sido útil para evitar la competencia desleal o los monopolios que en este país también están como oligopolios, pues no es necesariamente una empresa la que tiene en el mercado.
También aprendí que realmente la palabra cartel se origina de las empresas legales que se fusionan o hacen algún tipo de organización para apoderarse de un mercado determinado y entonces sí se les conoce como el cártel del plástico, el cartel del hierro, dependiendo del producto, ya que para todos cuando se habla de un cártel piensan en el crimen organizado. Bueno, en temas de las drogas, pero es al contrario, pues fue el narcotráfico el que tomó la palabra, ya existente en el sector privado, en esta especie de asociación entre empresas que manejan un mismo producto y se ponen de acuerdo en el precio para la distribución, en cómo distribuirlo en el país y se divide en sus sectores.
El tema realmente no es fácil de explicar, aunque en este capítulo, en esta charla, Carlos Barrera lo explica muy bien. Recomiendo a los lectores que busquen el capítulo de ROBERTO ALEJOS PODCAST, porque van a encontrar una buena explicación de la ley y también vamos a entender más sobre cómo sería su aplicación.
NO SE VALE que tengamos una ley de “competencia sin dientes” dicen los que critican la forma en que se aprobó la ley. Algo que también salió a flote en esta conversación, y es que realmente la ley parece no ser lo fuerte que se hubiese esperado, pero probablemente de haberse hecho con la fuerza que se había anunciado, nunca habría sido aprobada. Barrera reconoce algunos nombres que tuvieron que ver con la iniciativa de ley, como lo era el difunto diputado Alvaro Álvarez que también fue uno de los ponentes en esa oportunidad. Otros diputados como el actual Presidente de la Comisión que la impulsaron, pero no deja de mencionar que fue Samuel Pérez de Semilla quien tuvo la iniciativa de cumplir con una de sus promesas de campaña, pero también nos confesó que si Samuel hubiese insistido en la ley que él quería al principio, está nunca hubiera sido aprobada; tuvo que regresar a una ley negociada, ya platicada con el sector empresarial para que fuera más viable y fuera fácil su aprobación
YA ES HORA que “dejemos de aprobar leyes por razones ideológicas”, mencionaba mi maestro constituyente, que gracias a Dios no falla en hacerme ver por qué no está de acuerdo con la mayoría de los entrevistados. Por supuesto, su ideología, su forma de pensar y de actuar, que ha sido siempre muy congruente y consecuente no le permite estar de acuerdo con algunos temas como éste y me ponía como ejemplo que Guatemala, en el pasado, fue escogida como el lugar ideal para invertir, precisamente porque no tenía una Ley de Competencia. Para muchos, la ley de competencia se convierte en un estorbo para la inversión. Para otros, ya los temas se han subsanado, como es el caso del pollo, el del cemento, donde ya hay quienes compiten con ellos. El problema ya es un tema de enormes inversiones y años de estar en el mercado. Sin embargo para muchos es de alegrarnos de que al fin hay una ley de competencia y que el tema dejará de ser un discurso, un tema pendiente, para convertirse en una realidad aunque tengamos que esperar algún tiempo para verla funcionar. Lo que realmente ha evitado la inversión extranjera en este país es precisamente la falta de certeza jurídica y, ahora por supuesto, la falta de servicios básicos aunado a la corrupción, que su bajeza ha llegado a tanto que le piden a un inversionista una comisión para poderlo dejar invertir en este país. Veámosla como una ley positiva y asegurémonos que su aplicación no sea para entorpecer la inversión o como una venganza que en contra las grandes empresas acusadas de ser las financistas de los políticos o las responsables la cooptación del estado, eso sería grave. Más en ROBERTO ALEJOS – PODCAST