Foto: Cortesía – Fondo de Cultura Económica
Por: Ángel Elías

De la colección Vientos del Pueblo, del Fondo de Cultura Económica, nos regala este cuento: A los pinches chamacos, del autor mexicano Francisco Hinojosa. Esta lectura nos lleva a la reflexión sobre la niñez y adolescencia latinoamericana y cómo se enfrentan a la violencia de nuestra sociedad. 

Francisco Hinojosa siempre nos deja en qué pensar con sus relatos. A lo mejor se le conoce por La peor señora del mundo, un libro ilustrado que, a pesar del nombre, su narración nos lleva por caminos contrarios a los que suponemos. En este caso, A los pinches chamacos es un relato sobre la adolescencia y cómo esta debe sobrevivir a la barbarie de ciudades, barrios, cantones o zonas, como se les quiera llamar, violentas y donde solo sobrevive el más audaz y fuerte. 

Según José Emilio Pacheco, “pinche” es la palabra más autóctona que nos regala México y a lo mejor una de las que mejor ha exportado gracias a los medios, ahora ya globalizados. Seguramente en cualquier parte de Latinoamérica comprenderán el significado de pinche cuando vean la travesura de algún niño o chamaco, como se le dice en el relato. 

Todo comienza con un grupo de adolescentes que, en su aburrimiento, exploran todos los lugares posibles de su barrio. Hacen de todo y dedican su tarde a dibujar complots que luego se volverán una travesura o un chisme. En tantas de esas reuniones encuentran unos huesos humanos enterrados en un lugar. Escenas después, radiopatrullas y policías rodean el lugar y claro, la dueña del jardín contará su historia frente a un juez; -pinches chamacos chismosos-. 

Su curiosidad y falta de atención por parte de los adultos a lo que hacen, juegan o conjuran los lleva a encontrar un arma. La novedad del arma hace que inventen mil historias o destinos con este artefacto. En su primer acto vandálico, deciden vender el arma y el vecino que la compra cierra el círculo del acto, volviendo esta escena un momento de tráfico de armas. Y digo primer acto vandálico porque, al ver que esto terminó bien, sin consecuencias y con un beneficio económico para ellos, deciden dedicarse a jugar al margen de la ley. 

A partir de esto, los protagonistas toman una ruta particular, guiados un poco por su ímpetu, su falta de límites y poco a poco nos va regalando empatía con los personajes hasta que el mismo relato toma un giro lógico, pero inesperado. La muerte ronda muy cerca de ellos y juega a las escondidas formando parte del grupo.

Sobre el libro

Pinches chamacos, así es como le llaman a este grupo de amigos que en un giro del destino tienen acceso a una pistola. A lo largo del cuento, hay cierta ironía en la inocencia que muestran estos jóvenes ya que, mientras portan el arma, cometen actos criminales, y al mismo tiempo sienten el temor de ser disciplinados por sus padres, lo cual hace que se alejen de sus familias. 

Foto: Cortesía – Fondo de Cultura Económica
Foto: Cortesía – Fondo de Cultura Económica
RESEÑAS 
La caída de los imperios. En busca de una perspectiva indígena, de Luis Millones y Silvia Limón Olvera

Los Estados imperiales incaico y mexica tuvieron un desarrollo paralelo en América, toda vez que surgieron probablemente por la misma época, y desaparecieron también casi simultáneamente: entre los años 1519 y 1532. Así pues, un estudio comparativo de estos Estados reviste un singular interés en el campo de la investigación histórica. El proceso de su construcción ha sido cuidadosamente estudiado por los arqueólogos y nos ha llegado escondido en mitos, que en México asoman también en los manuscritos de la época. Los textos andinos, por su parte, redactados por españoles o indios cristianizados, tienen la desventaja de haber sido escritos en español, por lo que no logran transmitir cabalmente las características del pensamiento de la sociedad incaica. El objetivo principal de este trabajo es el de promover el descubrimiento, conservación y análisis de aquellos restos materiales y documentales que puedan ayudar a un mejor conocimiento y comprensión de nuestro pasado. El legado de incas y mexicas reclama un tratamiento digno de su valor histórico y testimonial. La publicación de este libro pretende ser una muestra de ello.

Foto: Cortesía – Fondo de Cultura Económica
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Dueños del agua. Balsas y balseros del Pacífico suramericano, de Antonio Jaramillo Arango

Dueños del agua es un libro para los amantes de secretos increíbles sobre las culturas originarias de la costa del Pacífico del Norte de Suramérica. Es un libro sobre embarcaciones, travesías y navegantes americanos. Estas páginas cuentan detalles de la vida social, política y económica de aquellos pueblos, determinada de manera fundamental por el control de la tecnología náutica local, protagonista desde el 200 a.C. hasta el siglo XVIII. Esta investigación es una increíble revelación, porque los pueblos originarios, lejos de decaer cultural o económicamente con la llegada de los españoles a América, se fortalecieron justamente por su tradición náutica. Una tradición que permitió a los balseros forjarse un lugar de privilegio en el rígido sistema colonial. Le propone al lector un itinerario de navegación por la costa del Pacífico de Suramérica y por cientos de años para entender mejor la historia de una región y una tecnología más allá de las fronteras nacionales.

Foto: Cortesía – Fondo de Cultura Económica
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