Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Ese grupo de afecciones asociadas a los cambios de humor de una persona, como persistencia  de tristeza, ansiedad o vacío, desesperanza, pesimismo; irritabilidad, frustración, intranquilidad; sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia; forman parte de la depresión, una enfermedad que ha afectado al mundo entero luego de la pandemia y a la cual la Organización Mundial de la Salud le ha puesto mucha atención puede no ser visible ni por quien lo padece ni por quien le rodea.

Podremos ver una persona que parece tenerlo todo, una carrera exitosa, una familia unida, buena vida social,  pero encontrarse en una lucha emocional, de la que incluso no se es consciente, lo que se conoce como Depresión Encubierta.

Por ello es importante ponerle atención a  la persona perfeccionista, quien lleva un autocrítico interno, Una presión invisible, que según expertos en salud mental  “enmascara sentimientos más profundos de vergüenza, ya que se preocupa secretamente por no estar a la altura de las expectativas, propias o ajenas. cuando

te encuentres asumiendo más de la parte que te corresponde de responsabilidad, a menudo culpándote a ti mismo cuando las cosas van mal, incluso si no eres completamente culpable.

La imperiosa necesidad  de control, preocupándose por lo que podría salir mal. Además de  la incapacidad de relajarse  siempre presente, esperando que  nadie lo note. La gente puede incluso admirar un exterior tranquilo y sereno, sin darse cuenta de la tormenta interna.

 Es natural sentirte bien después de alcanzar una meta, pero cuando el logro se convierte en la única forma de sentirte valioso, se vuelve problemático. Porque sin logros en los que apoyarse, es posible que surjan  dificultades para encontrar lo que realmente te brinda alegría y satisfacción.

Cuando cuida de los demás, pero no enfrenta su vulnerabilidad  creando   un muro que impide conexiones emocionales más profundas, dejando a las personas más cercanas  inconscientes de tu dolor interior, lo que conduce a la soledad.

Desestimar los traumas pasados y presentes dejando  de lado los sentimientos dolorosos, convencido  que no son importantes o que otros la pasan peor

Este rechazo del propio dolor puede impedirte abordar y sanar las heridas pasadas y presentes, lo que  deja con un lastre emocional sin resolver.

Una creencia rígida en la gratitud como medida de bienestar. En la  necesidad incesante de “contar nuestras bendiciones” hace difícil reconocer que el cuidado personal y la expresión emocional son tan importantes como la gratitud

Prosperar profesionalmente mientras  se lucha personalmente. Esta evitación de la vulnerabilidad en las relaciones puede conducir a conexiones superficiales, donde el enfoque se mantiene en los logros externos en lugar de la satisfacción emocional, que  con el tiempo, este desequilibrio puede hacer que las relaciones se sientan transaccionales, con el énfasis puesto en los logros en lugar del apoyo emocional.

Problemas relacionados con el control y la evasión. que se pueden manifestar  como hábitos obsesivos o  trastornos alimentarios, uso de sustancias como el alcohol para escapar de la ansiedad subyacente, lo que  puede reforzar el aislamiento emocional de la depresión oculta.

Si no se  reconoce la ansiedad subyacente, estos mecanismos de afrontamiento pueden agravar los problemas de salud mental de los que se  está tratando de escapar, opina la  Doctora. Margaret Rutherford,

Entonces tratemos de percibir y atender cuando alguien nos menciona alguno de estos signos sutiles para tratar pronto la Depresión Oculta.

Y en mi experiencia huyamos de las personas que hablan constantemente de Dios, podrían estar tratando de ocultar su verdadero ser, verdad doctor Mario Fredy Sandoval y al menor descuido caernos encima cual  Musaraña pigmea. ( quien consume tres veces su peso corporal al día, capturando presas cada 15 a 30 minutos)

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