Ciudad de México
Agencia dpa

Después de la detención de su presidente, Alfredo Hawit, en el escándalo de sobornos que sacude a la FIFA, la Concacaf decidió hoy elegir al sucesor en su congreso ordinario de mayo y tener hasta entonces un liderazgo colectivo.

«Es vital para el futuro de la Confederación que el próximo presidente sea elegido por el Congreso en su totalidad, en vez de efectuar un nombramiento con base en los estatutos», dijo el jamaiquino Horace Burrell, uno de los siete miembros del comité ejecutivo.

Burrell señaló que con la nueva estructura de liderazgo la Concacaf (Confederación de Futbol de Norte, Centroamérica y Caribe) «puede asegurar que haya suficiente tiempo para evaluar a los candidatos públicamente», mientras se dedica a poner en marcha «reformas sólidas».

El liderazgo interino estará en manos del comité ejecutivo, según decidieron sus miembros por votación unánime. Entre todos supervisarán las operaciones de la Confederación y asesorarán al secretario general en funciones de Concacaf, Ted Howard.

Serán luego las asociaciones miembro las que elegirán al sucesor de Hawit en el congreso ordinario que tendrá lugar el 12 de mayo en Ciudad de México.

Hawit, hondureño, fue arrestado junto con otros 15 dirigentes y exdirigentes del futbol de Sudamérica y Centroamérica por cargos de corrupción el 3 de diciembre en Zúrich, a pedido de la fiscalía estadounidense.

Entre los acusados está también el presidente la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), el paraguayo Juan Ángel Napout, que se desempeñaba como vicepresidente de la FIFA al igual que Hawit.

«Dada la situación actual, el comité ejecutivo concluyó que es fundamental que el próximo presidente de la Confederación sea determinado a través de una elección pública y del escrutinio que esto conlleva», indicó la Concacaf en un comunicado.

El comité ejecutivo está formado por Justino Compeán, Burrell, Sunil Gulati, Pedro Chaluja, Luis Hernández, Victor Montagliani y Sonia Bien-Aime. Compeán, de nacionalidad mexicana, es el vicepresidente.

El mundo del futbol fue estremecido la semana pasada cuando las autoridades estadounidenses acusaron a varios dirigentes del a nivel latinoamericano de estar implicados en casos de corrupción, donde resaltaron los nombres de tres guatemaltecos.

Brayan Jiménez, que es considerado prófugo, es uno de los dirigentes guatemaltecos implicados en el caso y ya le fue emitida una orden para su detención por exigencia de la justicia estadounidense, que también pide su extradición.

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