Fernando Castro

Analista Migratorio guatemalteco. Vice Cónsul de Guatemala y Encargado del Despacho, en el Consulado ubicado en Comitán de Domínguez, Chiapas, México, desde 2018 al 2021. Director de Comunicación Social, Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala, CONAMIGUA.

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Se conoce que los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Honduras y México, recibieron el Plan de Desarrollo Integral PDI, siendo entregado oficialmente el 17 de septiembre de 2021, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas ONU y coordinado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a petición de estos países, para abordar las causas estructurales de la Migración, pero que a la fecha no ha sido considerado y puede ser una opción para mermar la migración y generar empleo y desarrollo.

El Plan de Desarrollo Integral para El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México, fue presentado por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, siendo en ese entonces anfitriona Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores del gobierno de Andrés López Obrador, en acto realizado en la cancillería mexicana en la ciudad de México.

El PDI involucra a 20 agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas que operan en América Latina y el Caribe y busca cambiar la narrativa de la migración vinculándola al tema del desarrollo sostenible y la paz, ubicando la dignidad de la persona migrante y los derechos humanos en el centro con un enfoque de seguridad humana, y adoptando una mirada integral del ciclo migratorio, como es: origen, tránsito, destino y retorno, para propiciar una movilidad humana segura, ordenada y regular.

Además, explora sinergias regionales y abordajes desde la integración, releva y amplía lo que los Estados ya hacen bien con sus recursos y fortalece capacidades públicas, pero no ha sido considerado actualmente.

La propuesta está ordenada en torno a cuatro pilares seleccionados en conjunto con los países en: Desarrollo económico, con inversión de US$31,200 millones; Bienestar Social, con inversión  de US$10,000 millones; Ambiental y Cambio Climático, con inversión de US$ 3,300 millones y Gestión Integral del ciclo migratorio, con inversión  de US$500 millones, los cuales están organizados en 15 programas temáticos y 114 proyectos.

De los cuales para ser puestos en marcha, el 50,1% de ellos correspondientes a obras de infraestructura, que involucran una inversión aproximada de 45,000 millones de dólares en un plazo de cinco años.

El financiamiento sería  entregado por ventanilla regional, con el cobro de comisión, con lo que representaría  un fuerte ingreso económico para la CEPAL, el organismo administrador de los fondos a desembolsar .

Se conoce que la propuesta está ordenada en  cuatro ejes temáticos: Desarrollo económico, Bienestar social, Sostenibilidad Ambiental y Gestión integral del ciclo migratorio.

Asimismo, el PDI tiene cuatro ejes transversales: fortalecimiento institucional (incluyendo transparencia, gestión y compras públicas), transición y cambio tecnológico, integración regional y alianzas público-privadas.

Entre los objetivos diferenciadores del PDI, está el crear un espacio de desarrollo sostenible y una nueva región económica entre El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México, que eleve el bienestar de las poblaciones y permita que la migración sea una opción y no una obligación impuesta por las privaciones y las carencias.

También considera el impulsar iniciativas para mejorar el desempeño económico, atraer inversión, incrementar el comercio y aumentar la generación de ingresos y de trabajos dignos y decentes con base en lo que los Estados y el sistema de ONU realizan en el terreno.

El Plan busca impulsar la sostenibilidad y la resiliencia al cambio climático y la gestión integral del riesgo para mitigar su incidencia como motivo de la migración.

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL ha indicado que este PDI muestra un diagnóstico detallado sobre las causas estructurales de la migración, con una visión territorial de corto y mediano plazo, que integra las prioridades de los países y las acciones que desarrolla la ONU.

Además, contiene una estrategia de implementación a corto plazo, que identificaban los proyectos, presentaba un portal georeferenciado de las acciones en curso y las propuestas, y proponía un mecanismo de financiamiento para los cuatro países con una ventanilla regional.

Dentro de las causas estructurales de la migración en la subregión centroamericana, se encuentran los siguientes casos de:

Crecimiento insuficiente con baja productividad sin generar empleos; pobreza y desigualdad (el 10% de mayor ingreso obtienen hasta 70 veces más que el 10% más pobre); Alto crecimiento demográfico en ciudades y gran rezago rural; Vulnerabilidad y Riesgos crecientes frente al cambio climático (huracanes, sequías, inundaciones); Reunificación familiar y violencia.

Se considera que el PDI cambiaría el paradigma dominante sobre migración, abordando las causas de la movilidad humana irregular, desde una perspectiva de desarrollo y de integración.

El PDI propone construir un espacio de desarrollo sostenible entre México (nueve estados del sur-sureste dentro de los cuales están: Chiapas, Guerrero, Puebla, Veracruz, Campeche, Yucatán,  Quintana Roo, Tabasco y Oaxaca), El Salvador, Guatemala y Honduras, quienes cuentan con el compromiso político de los cuatro Gobiernos, y articula propuestas del sistema de las Naciones Unidas en la región.

Este plan se  presenta  al mundo con una mirada y una voz  propias, desde nuestros países, propone una nueva lógica de la cooperación internacional (sur-sur, triangular y norte-sur) basada en el diálogo, la horizontalidad, el consenso, la integración regional,  bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.

En su momento, la Directora Ejecutiva de la AMEXCID, Laura Elena Carrillo Cubillas, reconoció la importancia que a través de la CEPAL que se daría el bienestar de quienes más lo necesitan. “El Plan de Desarrollo Integral para El Salvador, Guatemala, Honduras y México, es el esfuerzo más exhaustivo a nivel mundial, para el desarrollo de una región.

Con este Plan los países se comprometerían a impulsar el desarrollo de la región, para impulsar una vida digna de todos, según la declaración al realizar la presentación correspondiente.

El Plan de Desarrollo Integral que se propuso, constituye una respuesta directa a la Agenda 2030 y el Pacto Mundial para la Migración de 2019, y a la vez,  responde a las necesidades y oportunidades específicas de subregión del Triángulo Norte, junto con México, para abordar la movilidad humana desde una perspectiva de desarrollo y seguridad humana.

Se esperaría que este plan impulsara los resultados económicos inclusivos, mediante un aumento de las inversiones.

El PDI tiene el objetivo de generar empleo decente, crear un ecosistema integrado de comercio y producción, que incluiría las cadenas de valor regionales, potenciando la integración regional.

El PDI es prioritario implementar ante las elevadas cifras de flujo migratorio  cruzando las fronteras del Triángulo Norte y México, siendo mayor cada año, y que de 2020 a 2023 fueron capturados más de 8.2 millones de personas en la frontera sur de Estados Unidos y retornados más de 7.5 millones a México y sus respectivos países,  con lo que conlleva a demostrar el incremento de la crisis humanitaria migratoria existente, no reconocida por los gobiernos, pero se hace sentir la problemática en cada país.

Este programa, puede ser tomado en cuenta, ante la difícil situación de migración existente, por lo que los gobiernos deberían considerarlo, enfatizando que también  sea estrictamente auditado en los países beneficiarios con el apoyo de organismos colaborantes, evitando un fracaso como fue El Plan Alianza para la Prosperidad, impulsado por los demócratas cuando Joe Biden fue Vicepresidente de Estados Unidos y que tenía el objetivo de mermar la migración y fue una catástrofe económica con nulos resultados de contención migratoria.

El PDI podría ser una alternativa real para detonar en la región de Guatemala, El Salvador,  Honduras y Sur este de México, los esquemas de desarrollo socioeconómico que se requieren, para que brinden a la población, oportunidades de mejora en su calidad de vida, para abordar la migración en forma integral, ante la falta de empleo y desarrollo en los países, como parte de una solución a la problemática.

Es curioso que los gobiernos luego de ser presentado el PDI, no dieron a conocer ampliamente el mismo, la forma  de poder obtener acceso a los proyectos por parte de las personas y los proyectos de inversión en los 4 países que  estaba contemplado en un monto de US$45,000 mil millones de dólares, para mermar migración a EEUU.

Es importante que dejemos de ser un país que promueve la migración, para que se extienda la mano y recibir las remesas, para sostener la economía de Guatemala, pero que lamentablemente no se invierten adecuadamente las remesas en las poblaciones, así como en infraestructura para tener excelentes vías de comunicación, puentes y con ello facilitar la inversión extranjera y el desarrollo del país.

Es momento de considerar acciones de beneficio, para mermar la migración irregular, evitar la pérdida de valiosos hombres, mujeres y menores, que migran hacia los Estados Unidos, por las pésimas condiciones existentes en Guatemala y las serias consecuencias que tendrán para los países.

El gobierno de Bernardo Arévalo, así como Claudia Sheinbaum, de México; Nayib Bukele de El Salvador y Xiomara Castro de Honduras, deben evaluar el PDI propuesto anteriormente y considerar que puede ser una solución a la seria problemática migratoria de dichos países, para la generación de empleo y de oportunidades, es hora de hacer un cambio radical.

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